Por Gabriela Barcaglioni 5.12.2007
Según un registro propio elaborado a partir de información de diarios nacionales y de las tres agencias de noticias nacionales (Telam, Dyn y NA), en el mes de noviembre dieciséis femicidios tomaron estado público a través de los medios de comunicación. La preocupante cifra de feminicidios en Argentina asciende a ochenta y siete.VER EN COMENTARIOS FEMINICIDIOS AÑO 2008
Femicidios de noviembre
Estela Benitez, 45 años. Villa Fiorito, Provincia de Buenos Aires.
Isabel Campó, 39 años. Yerba Buena, Tucumán
Mariela Frydman, 35 años, Nuñez, Capital Federal.
Marta Herrera, 43 años. Tradición Oeste Santiago del Estero
Myrna Jorgelina Hus, 16 años. Santa Fé
María Isable Jiménez, 13 años, Bryn Gwyn, Gaiman, Chubut
Nancy Kulman, 17 años. Villa Astolfi, Pilar, provincia de Buenos Aires
Paulina López Ortiz, 15 años, Villa Astolfi, Pilar, Provincia de Buenos Aires.
Luciana Ocampo, 23 años, La Pampa
Diana Quenchi, 20 años, Olavarría, provincia de Buenos Aires.
Nieves Quevedo, 32 años, San Antonio de Arredondo, Córdoba.
Ana Cecilia Romano Barraza, 21 años, Garza, Tucumán.
Roxana Bettina Rivas, 42 años, Tucumán.
Beatriz Urbistondo, 50 años, Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires
Susana Carmen Zárate, 43 años, General Pinto, Junin.
NN 16 años, Villa Fiorito. Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires.
Mas allá de encerrarse en la estadística cada uno de los casos es una historia con nombre propio, plagada de violencias cotidianas que llevaron a la muerte.
Cada uno de ellos es particular, pero si se los mira con la intención de encontrar elementos comunes la decisión lleva a algunas conclusiones.
La edad de las mujeres asesinadas sigue sosteniendo la observación realizada anteriormente. En el artículo “El femicidio como una plaga” (Artemisa septiembre 2007) se destacaba que en el 31 % de los femicidios registrados entre los años 2004 y 2007 (hasta agosto) las mujeres asesinadas tenían entre 15 y 24 años. Un dato que también remarcaban investigaciones realizadas en Perú, Chile y España. Revisando las edades de las víctimas que las crónicas aportaron durante el mes de noviembre la mitad de ellas tenían entre 13 y 23 años.
También hay un dato que reafirma consideraciones hechas anteriormente y tienen que ver con el pedido de las mujeres a que el Estado les garantice el derecho a vivir una vida libre de violencia.
Marta Herrera, murió luego de varios días de agonía en la sala de terapia intensiva del hospital. Vivía en el barrio Tradición Oeste de Santiago del Estero.Las pericias realizadas comprometen a Orlando Díaz, de 37 años y el hijo de la mujer, Cristian Oscar Herrera, de 25. Ambos detenidos.
El Diario El Liberal afirma que 'las autoridades policiales intentan confirmar si habrían existido desavenencias o problemas de pareja entre la mujer y Díaz. Un trascendido policial hacía referencia a que este año, la señora habría asentado una exposición reservada por un supuesto incidente conyugal'.
Luciana Ocampo, murió como consecuencia de una severa hemorragia producida por las múltiples lesiones recibidas en el abdomen y en el tórax por Diego Alvarez su marido.
El diario La Arena de La Pampa incluye en el relato del hecho la afirmación que atribuye a la policía, según la cual 'en octubre la joven había radicado una denuncia policial en contra de su marido por “amenazas”.
El ciclo de la violencia que caracterizó la vida de Nieves Quevedo avala la definición que diera la antropóloga mexicana Marcela Lagarde sobre el femicidio: “Todos coinciden en su infinita crueldad y son, de hecho, crímenes de odio contra las mujeres”.
Nieves murió tras ser rociada con nafta, incendiada e incluso sufrir un intento de estrangulamiento por parte de su ex esposo, Nicolás Gigena de 42 años, excluido del hogar hacía 3 años, pero con reiterados episodios de violencia posteriores.
La joven fue atacada en su casa de la localidad cordobesa de San Antonio de Arredondo distante unos 40 kilómetros hacia el oeste de la ciudad de Córdoba
El diario La Voz del Interior informó que el hombre había sido echado por su ex mujer hace tres años y ya la había agredido en otras ocasiones e incluso había estado detenido por sus ataques.
También Roxana Rivas, creyó que la medida de protección que la Justicia había determinado para ella, la preservaría de las agresiones de su ex marido.
Sin embargo cuando viajaba con sus dos hijos por la ruta provincial 304 que conecta a Alderetes con la capital tucumana su coche fue interceptado por Omar Antonio Leal, quien la asesinó de seis balazos.
Puede leerse en la crónica policial que “según fuentes vinculadas a la pesquisa, había antecedentes de peleas y amenazas del hombre contra la mujer, por lo que Rivas tenía una consigna policial, aunque estaba limitada a su domicilio para impedir que Leal tratara de golpearla”.
También Beatriz Urbistondo creyó estar a salvo al denunciar a su ex marido en Mar del Plata aunque había alertado a sus vecinos que si escuchaban gritos por favor llamaran a la policía, seguramente temiendo por su vida.
Tras su asesinato, ocurrido en el baño de su departamento, se decía que “la policía procuraba confirmar versiones que indicaban que la mujer habría radicado denuncias contra su ex concubino y que, incluso, llegó a abandonar temporariamente ese departamento para domiciliarse en la casa de su progenitora debido a que se sentía atemorizada por la situación que vivía desde la separación”.
Denuncias, exposiciones, exclusiones, consignas policiales son términos que remiten al sistema policial y judicial, dos de las piezas de un engranaje que aún cuesta aceitar para que funcione adecuadamente para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Obviamente un engranaje que no puede excluir la decisión política de los Estados a cumplir con este objetivo que en el caso argentino se ha comprometido alcanzar al firmar y ratificar la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, mas conocida como “Convención de Belem do Pará”, suscripta el 9 de Junio de 1994.
Argentina aprobó la Convención al sancionar y promulgar la ley 24.632, el 1 de abril de 1996 y por lo tanto reconoció que toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como privado. Y además, aceptó, que como señala su artículo siete debe actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer.
Por supuesto que si se vincula esta obligación con el recorrido realizado por las mujeres antes mencionadas, que solo son solo ejemplos, el incumplimiento es más que evidente.
El articulado de la Convención también señala que los Estados deberán adoptar medidas jurídicas para encaminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad.
A esta altura del análisis es casi inevitable preguntarse si la muerte de Luciana, Marta, Nieves Roxana, Beatriz y de otras tantas mujeres que debemos recordar en las mismas circunstancias podría haberse evitado.
Artemisa Noticias
http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=29&idnota=5197
6 comentarios:
25/Enero/2008
Estrangularon a una mujer y detuvieron a su marido
http://www.lanacion.com.ar/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=981693
Su hija de tres años presenció el crimen y lo habría relatado
Una mujer de 29 años, madre de dos hijos de uno y tres años, fue encontrada muerta ayer, con signos de haber sido estrangulada, en su casa de la ciudad entrerriana de Concordia, tras lo cual la policía detuvo a su esposo, de 36 años.
La víctima, identificada por la policía como Marina Cecilia Spinker, fue hallada en su cama a las 10 de ayer por su madre, que vive en la misma casa de La Rioja al 1500. El comisario mayor Hugo Pasutti, responsable de la jefatura departamental de Concordia, indicó a la prensa que "el perito estableció, por los hematomas que presentaba la víctima, en especial en la zona del cuello, que la muerte se debió a un estrangulamiento y llevaba varias horas de muerta, por lo que suponemos que falleció a la madrugada".
"Todo hace suponer que no hubo resistencia porque la mujer tomaba sedantes o pudo haber sido sedada por el autor del hecho, porque, de lo contrario, la madre de la víctima hubiera sentido algo", agregó Pasutti.
El comisario mayor precisó que el esposo de la mujer no se encontraba en el lugar, y una hora después de encontrar el cadáver se produjo la detención del hombre, que se había ido a trabajar a una agencia de autos.
Aunque, según Pasutti, el sospechoso decidió retornar a su casa al enterarse de que su esposa estaba muerta y, en ese momento, fue apresado sin que ofreciera resistencia. Los dos hijos de la mujer asesinada estaban en la escena del crimen y, tras el hallazgo del cadáver, se los llevó a su casa una tía de ellos, antes de que llegara la policía.
Según informaron las fuentes policiales a LA NACION, la pareja mantenía discusiones a menudo y la víctima habría presentado una denuncia de violencia familiar contra su pareja. Inclusive, anteayer había expuesto ante la Justicia los argumentos para probar la acusación.
En las últimas semanas, las discusiones se habían agravado, por lo que la mujer pretendía separarse de su marido. La hipótesis policial es que mientras la pareja miraba televisión se produjo una fuerte discusión, y luego el hombre la habría ahorcado.
Las fuentes agregaron que la hija mayor de la pareja, de tres años, habría presenciado lo ocurrido, y luego lo relató a su familia. Por eso, "la Justicia tomó declaración a la madre, la tía de los pequeños y dos amigas".
Viernes 18 de Enero / 2008
Crimen en country: familia de Rosana pide justicia y que el culpable "pague"
http://www.26noticias.com.ar/newsletterlink.php?idNota=58395
El hermano de la joven madre de 29 años asesinada a balazos en una casa de un barrio cerrado de la localidad de Exaltación de la Cruz pidió este viernes por la mañana que "se esclarezca el hecho y no quede impune", al tiempo que reclamó que "sea quien sea, el responsable pague su culpa".
Oscar Galliano, hermano de Rosana, la mujer asesinada de cuatro balazos por la espalda, remarcó además las sospechas de la familia hacia el ex marido de la víctima, quien había sido denunciado ante la Justicia por "violencia familiar" y tenía prohibido acercarse a menos de 300 metros de ella.
"Ella tenía mucho miedo, porque él la amenazaba siempre. Ella me decía que vivía amenazada, con miedo", señaló Oscar, en declaraciones formuladas, en el velatorio de los restos de la mujer, realizado en la localidad de Hurlingham.
También sostuvo que "a ella no la quisieron robar", sino que "directamente la fueron a matar". "No fue un intento de robo, la fueron a fusilar directamente. La mataron desde una distancia de un metro y medio", subrayó el hermano de la víctima al hablar con la prensa.
Rosana, madre de dos chicos de 3 y 6 años que ahora quedaron con su padre José Jacinto Arce, estaba cenando el miércoles último por la noche en compañía de su hermana, en un chalet del barrio cerrado "El Remanso", en Exaltación de la Cruz, a unos 70 kilómetros de la Capital Federal.
En ese momento recibió un llamado en su celular y salió al jardín en busca de una mejor señal: instantes después su hermana escuchó un grito y las cuatro detonaciones de los disparos.
Rosana murió tras recibir dos balazos en la espalda, uno en el hombro y el restante en el antebrazo. Pese a las sospechas de la familia, el ex marido de Rosana, un hombre de 59 años que se dedica a la venta de pollos y huevos, demostró que a la hora en que se produjo el asesinato estaba con sus dos hijos en un hospital, porque uno de ellos tenía un cuadro de fiebre.
Este jueves por la tarde, la Policía hizo un allanamiento en la casa de un jardinero que trabaja para el ex esposo de Rosana, de donde -según trascendió- secuestraron un teléfono celular y prendas de vestir.
Violencia de género: sólo en enero/2008 hubo al menos 9 mujeres muertas.
http://www.clarin.com/diario/2008/02/02/sociedad/s-04615.htm
Estos "femicidios" fueron cometidos mayormente por la pareja o la ex pareja de la víctima. En el mismo período se produjeron cuatro intentos de asesinato. Son mujeres de diferentes edades y niveles socioeconómicos.
Por: Sibila Camps
En lo que va del año, la violencia de género causó la muerte de al menos nueve mujeres. Otras cuatro sufrieron intentos de asesinato. Estos femicidios están unidos por un denominador común: la gran mayoría de los victimarios fue el compañero o ex compañero de pareja. Esto convierte la suma de casos policiales en un acuciante problema social.
Varias habían denunciado violencia doméstica -como Rosana Galliano (29), muerta de cuatro balazos y no incluida entre los nueve homicidios de enero-, lo que pone en tela de juicio la eficacia de los actuales sistemas de prevención. Vivían en una casilla o en un country. Casi todas eran madres. Casi todas se habían animado a separarse del golpeador, pero no alcanzó.
"Reciben el terrible mensaje de que se ponen en mayor peligro si denuncian", alerta el director ejecutivo de Amnistía Internacional de Argentina (AI), Rafael Barca. Por esa razón, la entidad reclamó una política de Estado a largo plazo, y propuso un plan de acción (ver www.amnesty.org.ar).
En 2001, la ONU definió el femicidio como "el asesinato de mujeres como resultado extremo de la violencia de género, que ocurre tanto en el ámbito privado como público; comprende aquellas muertes de mujeres a manos de sus parejas, ex parejas o familiares, asesinadas por acosadores, agresores sexuales y/o violadores, así como de aquéllas que trataron de evitar la muerte de otra mujer y quedaron atrapadas en la acción femicida".
"El dominio masculino es un régimen cultural ancestral, pero en las últimas décadas ha estado en crisis. Y cuando un sistema es puesto en crisis, la reacción se hace más intensa", observa la psicóloga Irene Meler, presidenta del XI Congreso Metropolitano de Psicología (APBA).
Para la doctora Nina Brugo Marcó, presidenta de la Comisión de la Mujer de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, "el llamarlos crímenes pasionales es una aberración: son lisa y llanamente asesinatos de género". Barca también cuestiona la falacia de que "cuando uno se apasiona, pierde la cabeza"; de que "quiere de más, y el amor le hace perder la razón. Es perder algo que crees que es de tu propiedad -corrige-. Es violencia de género, porque se basa en la discriminación contra la mujer, y en la impunidad de esa discriminación". "El recurso de la violencia por parte de los hombres es instrumental y no constituye una pérdida de control, sino más bien una toma de control", concluye la abogada Susana Cisneros.
El director de AI recuerda que los derechos humanos de la mujer "se respetan muchísimo menos que los del varón. Cuando el hombre somete a la mujer para sentirse más hombre, es un problema de derechos humanos y, por lo tanto, un problema de Estado. Y cuando la mujer se anima a denunciar, no encuentra al Estado. No vemos un plan de acción que le asegure protección esté donde esté (ni siquiera hay un número telefónico único para todo el país), y que no sea una lotería de códigos postales".
La doctora Brugo Marcó no sólo cuestiona la legislación existente, sino también "la ignorancia por parte de la mayoría de los jueces acerca de la perspectiva de género. El tratamiento no puede ser sólo desde lo jurídico, sino multidisciplinario. Pero nuestras facultades no están preparadas para formar en esta temática a abogados, ni médicos, ni psicólogos, ni asistentes sociales".
Protegerse del violento es una carrera de obstáculos, observan los especialistas consultados: en la comisaría desestiman la denuncia; la mujer debe hacer cola desde las 4 de la mañana en los tribunales para acceder a una defensa gratuita; cuando pide ayuda en la oficina comunal especializada, termina contando su calvario frente a sus hijos. "Hay además una violencia invisible: la deuda alimentaria hacia las separadas o divorciadas", agrega Mavia Carrazza, directora del Centro de Estudios e Investigación para la Mujer de Gualeguaychú.
Si el caldo de cultivo de la violencia de género es la discriminación, el problema no se revierte sólo con medidas específicas ni con leyes especiales. "Hay que revisar cuáles son los defectos discriminatorios de cualquier legislación; y ver si las políticas de vivienda, de educación, de salud, de trabajo, no discriminan a la mujer", reclama Barca.
"Muchas veces, la vulnerabilidad económica impide a la mujer salirse de esa situación de violencia -agrega-. Tenemos una sociedad que reafirma que la mujer es inferior. Y cuando la mujer se rebela, es cuando se pone en peligro". Por eso, el titular de Amnistía Internacional de Argentina exige "que la Presidenta y los gobernadores se levanten, miren cara a cara a la sociedad, y digan 'Esto no lo vamos a tolerar'".
NOTA CLARÍN FEBRERO/2008 DIFUNDE LISTAS GARAVENTA
La cobardía de la fuerza
Por: Ricardo Roa (rroa@clarin.com)
Fuente: EDITOR GENERAL ADJUNTO DE CLARIN
En lo que va del año, y el año recién comienza, la violencia de género provocó aquí la muerte de al menos 9 mujeres. Hubo, a la vez, cuatro intentos de asesinato. Hay especialistas que hablan ya de femicidio: la acción de matar a mujeres porque lo son, por odio ancestral a lo femenino (ver: Violencia de género: sólo en enero hubo al menos 9 mujeres muertas).
Casi todas eran madres, casi todas se habían atrevido a separarse y casi todas fueron muertas por sus ex parejas. Los hombres golpeadores abundan y peor que eso: no se curan, según estudios hechos a lo largo de años. ¿Esta violencia contra las mujeres va en aumento? No hay estadísticas aún que midan exactamente la tendencia. Sería paradójico que fuese así cuando el modelo de pareja es mucho más democrático que en el pasado. Fue normal que el hombre se considerara con derechos sobre la mujer, incluido el de golpearla. Una explicación: ese dominio masculino ha entrado en crisis y por eso la reacción es más intensa.
Mujeres golpeadas resisten a veces de manera pasiva y si intentan rebelarse, el hombre golpeador multiplica su violencia. Es un círculo vicioso infernal. ¿Cuántos talibanes hay entre nosotros? Pero existe un cambio nada menor: se ha perdido miedo a denunciarla. Es parte de un cambio más profundo, que viene desde hace tiempo empujado por las propias mujeres en busca de una igualdad real y no formal.
Hoy se pueden ver en Buenos Aires seis obras con elencos completamente femeninos y con temáticas femeninas también (ver Clarín Espectáculos). Al público le interesa escuchar lo que piensan y sienten las mujeres dicho por ellas mismas. Aunque subsista una dimensión fósil de la sociedad, ese bestiario numeroso aún que no las tolera y que por eso las castiga.
Jorge Garaventa
jorgegaraventa@hotmail.com.ar
Un drama repetido en Entre Ríos
En Entre Ríos, la violencia doméstica ya causó cuatro muertos y tres heridos:
6 de enero, Paraná. Miguel Pereyra (43) asesinó con una escopeta a su esposa, Diana Sanabria (41), y se cortó las venas. Se investiga si uno de los hijos, de 14 años, mató al padre.
8 de enero, Paraná. Estela Lugo, baleada en una pierna por su concubino, Basilio Suárez.
13 de enero, Paraná. Leandro Nader (19) terminó con la golpiza que su padre Miguel Angel Nader (39) descargaba a su madre, Francisca Trabuco (43), matándolo a cuchilladas.
20 de enero, Paraná. Tras una paliza a su mujer, Sergio Santini recibió tres cuchilladas de su hijo de 19. Sobrevivió.
24 de enero, Concordia. Mariana Spinker (29) fue estrangulada por su ex marido.
29 de enero, Victoria. Andrea Velásquez (35) fue internada por golpes. Jorge González, su ex pareja, quiso llevarse a los hijos.
INFORME: Paraná y Gualeguaychú
Estadísticas escasas
"No hay un sistema nacional de estadísticas donde se registre la violencia de género -cuestiona Rafael Barca, titular de Amnistía Internacional de Argentina-. No sabemos de aquellas muertes que los médicos o familiares esconden como accidentes; ni de las narices y brazos rotos, violaciones, humillaciones, insultos y gritos diarios".
Sólo a partir de la difusión en los medios, la periodista Gabriela Barcaglioni contabilizó 95 femicidios durante 2007, es decir, 17 más que en 2006.
Tras analizar los "partes urgentes" de la Policía bonaerense, Susana Cisneros, Silvia Chejter y Jimena Kohan dieron visibilidad a los 1.284 homicidios de mujeres en esa provincia entre 1997 y 2003, y descontaron los 212 cometidos en ocasión de robo. En 821 casos, el imputado era un hombre (de otros 183 no figuraban datos). Sólo en 540 asesinatos constaba la relación con el victimario: el 68% era su pareja, ex pareja o amante; el 11%, un hijo.
violencia machista (documentación) 09-02-2008
Nueve mujeres muertas por violencia machista en 2008, dos en esta semana
La muerte, hoy, de una mujer supuestamente a manos de su pareja en la localidad de Cheste (Valencia) es la segunda que se produce esta semana, con lo que se elevan a nueve las mujeres fallecidas por violencia machista en España en lo que va de año.
El último caso se ha descubierto en Cheste cuando un hombre, de 46 años, ha sido detenido acusado de matar a la mujer con la que convivía, de 44 años, en el momento en que intentaba enterrarla.
El suceso se produjo anoche en una casa de campo de la localidad, y tanto la víctima como el supuesto agresor cuentan con antecedentes penales, según han informado hoy fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana.
También esta semana ha fallecido en Guadalajara otra mujer de 44 años, horas después de ser apuñalada por su compañero sentimental, de 41, quien también murió al arrojarse por un puente.
Los hechos tuvieron lugar en el domicilio de la pareja, donde el hombre asestó a su pareja varias puñaladas en distintas partes del cuerpo, cuello, tórax y extremidades inferiores.
Además, la Policía Nacional mantiene abiertas dos investigaciones: una sobre el caso de una joven de 20 años, que falleció este jueves en la calle de Atocha (Madrid) tras discutir con su supuesta pareja, y el de otra mujer que se precipitó el pasado 7 de enero al patio de su edificio en Salt (Girona), tras reñir con su pareja.
Madrid y Valencia son las comunidades en las que se han registrado más muertes por violencia machista, con dos en cada una.
El resto de mujeres han sido asesinadas en Andalucía, Navarra, Murcia, Galicia y Castilla-La Mancha.
El pasado año murieron 71 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer.
http://actualidad.terra.es/sociedad/articulo/mujeres_muertas_violencia_machista_semana_2240029.htm
El cuento del hombre golpeado
Por Marta Dillon
NOTA COMPLETA: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3917-2008-02-23.html
¿Qué fue lo que delató a Manuel Vergara, la solidaridad de una de sus hijas o el exceso con que construyó el personaje del hombre abandonado? De cualquier modo, el hombre no se deshizo de su máscara. “Vos sabés cómo era tu madre”, le dijo a la joven después de pedirle perdón, después de insistir que “era o ella o yo”. Y fue ella. Ella a la que encontraron en el fondo del pozo ciego de la casa que compartía con el hombre, su marido, tapada con escombros y envuelta en sábanas y frazadas. Obviamente muerta. El dice que ella le pegaba, que tenía “problemas de alcoholismo, era muy violenta y golpeaba a su marido”. Lo dijo él o lo investigó la policía, que esto es lo que dice textualmente el diario Clarín, citando lejanamente las fuentes testimoniales de tres de los cuatro hijos de la pareja y, claro, el comienzo de la investigación policial que apenas se había movido del escritorio donde se recibió la denuncia de la desaparición de la víctima, hace casi un mes. Curioso, o no tanto. El victimario se convierte en víctima. La estrategia es conocida y sin embargo nadie dudó de la palabra del hombre que convocó a su progenie para comunicarles que su mujer lo había abandonado. Sobreactuó, parece, porque una de las hijas, la solidaria, insistió para ir a limpiar su casa, 25 días después de la desaparición de la señora, para ayudar al padre, al pobre padre abandonado que no había hecho la denuncia por la desaparición –sí en cambio otra de sus hijas– y que ni siquiera se había molestado en limpiar las manchas de sangre que en la cabecera de la cama quedaron como huella de esa última discusión en la que él, bueno, “amenazó con irse si (ella) seguía atacándolo y pegándole. Pero ella siguió con los insultos y éste reaccionó con un hierro que tenía a mano y la golpeó hasta matarla”. El entrecomillado corresponde al diario que hace la crónica el 19 de febrero, copiando el relato del hombre pero en realidad construyendo el propio relato de la mujer desatada, ¿loca será muy remanido decir?, histérica, por ejemplo; la mujer que no reaccionó cuando él dijo que se iba y que entonces, en fin, recibió su merecido, fue ocultada entre la mierda del pozo ciego porque, ya lo dijo el cronista al principio siguiendo a pie juntillas lo que decía el hombre: “era ella o yo”. Es un detalle menor que mientras la hija solidaria limpiaba la casa del abandonado éste miraba un partido en casa del vecino, tan menor como grande la seguridad de que estaba a salvo, que el carácter de su finada esposa le daba inmunidad, tanta que ni siquiera había notado las manchas que la hija sí notó y la hicieron sospechar y llamar a la policía.
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