martes, 4 de diciembre de 2007
Conforman Tribunal de Pensamiento contra Crímenes de Lesa Sexualidad
Este lunes, a las 12 horas, en el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos , Hipólito Yrigoyen 1549, se dará a conocer la conformación del Tribunal de Pensamiento contra Crímenes de Lesa Sexualidad.En un comunicado de prensa, se explicó que "los Crímenes de Lesa Sexualidad son todas aquellas formas de dominación del deseo que legitiman el abuso, el incesto, la penalización del aborto, la primacía de la sexualidad represora y la hegemonía del patriarcado. Desde esta perspectiva serán sometidos a juicio los engranajes del sistema, las masas artificiales de la cultura represora - Poder Judicial , Iglesia y medios hegemónicos de comunicación - que desde sus roles instituidos garantizan la impunidad de los autores directos de estos crímenes".El Tribunal está integrado por Juan Carlos Wlasic Abogado , docente universitario, Presidente de APDH - MdP , Alfredo Grande Médico psiquiatra - cooperativista, Jorge Garaventa Psicólogo. Creador y Moderador de Listas y Foros , Guadalupe Godoy Abogada, integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Liliana Daunes Comunicadora social.El Tribunal de Pensamiento, actividad realizada por el Seminario Marplatense de Psicoanálisis Implicado, se desarrollará el día sábado 8 de diciembre de 16 a 20 hs. en la sede de la Biblioteca Juventud Moderna, Diagonal Pueyrredón 3302 de Mar del Plata..AUTOR / FUENTE: www.0223.com.ar
Etiquetas:
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violencia doméstica,
Violencia Sexual
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3 comentarios:
Tribunal de Pensamiento contra delitos de lesa sexualidad- Mar del Plata-
Argentina
Voto de Jorge Garaventa
Señor presidente, compañeros del tribunal, demás miembros de las distintas
instancias del tribunal y público: yo voy a retomar por un momento algunos
aspectos de las solemnidad, porque me gustaría que todos nos fuéramos
habiendo incorporado este formato que el Seminario Marplatense de
Psicoanálisis Implicado pone a disposición de todos, formato que deberá
profundizarse, deberá mejorarse pero que sería bueno que se fuera repitiendo
en distintos lugares del país.
Probablemente se diga entre otras cosas que este tribunal ha sido una
ficción por varias cosas, entre otras porque se supone que había una fallo
previo condenatorio. No fue así ya que el fallo ha sido trabajosamente
construido. Las instituciones acusadas han gozado, como han visto, de un
admirable ejercicio de la defensa, y si así fuera de cualquier manera no
sería tan grave como dicen los que dicen que ocurrió con el fallo Melo
Pacheco que algunos insisten en que fue redactado en una oficina de
postgrado de la universidad marplatense, de la carrera de psicología. Dicen
los que dicen. De cualquier manera hay una cuestión que a mi me gustaría
plantear.Yo digo que venimos a rescatar adjetivos calificativos como parte
no enajenable del pensamiento vivo, porque si rescatamos adjetivos
calificativos podemos decir que lo que ha ocurrido hoy acá ha sido un
desfile del horror, pero lo más horroroso es que ese horror ha anidado en la
cabeza de muchos niños y niñas abusados. El abuso sexual infantil, no nos
vamos a cansar de decirlo, produce estragos irreparables en la mente de los
niños, en la psiquis de los niños, en la subjetividad si es que no se
realizan las tramitaciones adecuadas. El niño y la niña abusada llevan un
montón de mochilas, entre ellas está hoy de moda en la ciencias sociales
intentar hasta quitarles el derecho de ser víctimas con denominaciones que
tratan no sé si de invisibilizar pero por lo menos de ocultar un tanto la
gravedad del delito del que han sido objetos, entonces a veces se los
denomina sobrevivientes, a veces se los denomina ofendidos, cuando en
realidad estamos hablando de víctimas del abuso sexual infantil , víctimas
directas de la incursión de la sexualidad adulta perversa en sus vidas. El
estado y las organizaciones sociales que hoy hemos juzgado no garantizan lo
que deberían garantizar que es el abrigo y la continencia cuando un niño a
través de la palabra o de los síntomas pone en evidencia que ha sido víctima
de abuso, porque estas instituciones no garantizan como deberían hacerlo la
circulación de la palabra del niño para que ésta no se encapsule en la
psiquis y para que no encapsule en el cuerpo produciendo distinto tipo de
sintomatología física. Estas instituciones intentan frenar la posibilidad de
una reparación simbólica que significaría la condena de los abusadores.
Pensaba que una sociedad con niños abusados es una sociedad sin sonrisa, una
sociedad sonrisa es una sociedad muerta. Señor presidente es nuestro deber
restituirle la sonrisa a la niñez por todo esto coincido plenamente con el
fallo condenatorio. Muchas gracias.
--------------------------------------------------------------
Jorge Garaventa
jorgegaraventa@hotmail.com.ar
MSN jorgegaraventa@hotmail.com
www.jorgegaraventa.com.ar
En el 10º año del Proyecto Listas y Foros
Justicia por l@s jóvenes muert@s de Cromagnón
Denuncie la violencia doméstica contra la niñez y la mujer.
En Capital Federal TE 102 (niñez) y 0-800-666-8537 (mujer)
En Nación 0800-2222-800 (niñez)
Pregunte en su ciudad
...en el Tribunal Contra los Delitos de Lesa Sexualidad - Enviado por Listas Jorge Garaventa
jorgegaraventa@hotmail.com.ar
MSN jorgegaraventa@hotmail.com
www.jorgegaraventa.com.ar
Idóneo Tribunal:
En mi praxis como perito psicólogo en la justicia de familia,
lidio cotidianamente con crímenes de lesa sexualidad, específicamente con
los posicionamientos refutadores de los abusos sexuales infantiles. Los
mismos se sostienen prevalentemente en tres determinantes, que ameritan
situarse según el siguiente ordenamiento lógico: I) Los puntos ciegos
culturales, II) Negaciones y trivializaciones dentro del seno del
psicoanálisis, y III) En el "alma mater" de la defensa de la perversión, el
supuesto "síndrome de alienación parental" (SAP) y sus derivaciones
excusadoras. Con el fin de ordenar la exposición desarrollaré estos ejes
según la secuencia supra-expuesta, para luego abocarme a las consideraciones
psicológico-legales y a la conclusión.
I) PUNTOS CIEGOS CULTURALES:
La idea de un abuso sexual infantil es de por sí estremecedora, conlleva
pensar en la factibilidad de lo impensable, en un adulto sometiendo
sexualmente a un niño por medio de la asimetría de poderes y saberes que
anula toda pretensión de interacción, resulta abyecta, inconcebible, con
esfuerzo puede admitirse como poco probable. Sin embargo, por un lado,
las reducciones sexuales de niñas y niños, son tan frecuentes que no
permiten ser presentadas como excepciones a la norma, alcanzando en
ocasiones grados asombrosos de tolerancia; y por el otro, el
enunciado "abuso sexual infantil" porta un sesgo tranquilizador, no solo
por la mediación que es inherente al lenguaje frente al acto (en este
caso perverso), sino porque encubre al incesto. El incesto
paterno-filial es la forma preponderante de violencia sexual
perpetrada contra niñas y niños. Lo familiar se torna repentinamente
desconcertante, terrorífico, emergiendo lo siniestro. A su vez lo extraño
deviene familiar, porque dentro del seno parental, el sometimiento sexual
se sostiene en el tiempo, duplicando la escala de lo horroroso.
El incesto paterno filial, presentífica la potencialidad de la crueldad
humana, tensionando las bases de las diferentes culturas, en cuyos
cimientos se halla su prohibición. Esta trascendencia, junto a la
dimensión duplicada de lo siniestro que le es inherente al crimen
intergeneracional, explican el establecimiento de la negación como
mecanismo de defensa, tanto social como familiar, en cuanto toma de noticia
pero no de conciencia ante la transgresión de la pauta fundamental de la
humanización. Así, en el ámbito judicial, la negación como punto ciego ante
el horror se concretiza en la falta de creencia hacia los relatos con los
cuales niñas y niños, denuncian sus padecimientos, y la aceptación
inmediata de cualquier discurso que cuestione la posibilidad del delito
aberrante.
II) NEGACIONES Y TRIVIALIZACIONES DE LA TEORIA PSICOANALITICA:
El mecanismo de la negación ante lo siniestro del incesto y del
abuso sexual infantil, atraviesa el seno mismo del psicoanálisis, la teoría
científica que más acabadamente ha dado cuenta de las profundidades del
psiquismo humano. La negación se vislumbra tanto en los modos de transmisión
instituidos de la obra freudiana, como en la aplicación clínica, y en
ciertas pericias de parte sustentadas en el marco referencial analítico.
La academia psicoanalítica y los detractores de dicha ciencia,
coinciden con sugestiva certeza en que Freud renegó de los abusos sexuales
infantiles al abandonar la teoría de la seducción, sustentando tal
expresión de deseo represor, en una oración de una carta que el descubridor
del inconsciente le envió a un amigo en el año 1897. Sin embargo a lo largo
de toda su obra, Freud, sostuvo la gravedad y la alta incidencia de los
abusos sexuales infantiles; ya sea desde los escritos iníciales en 1895
sobre la histeria, en los textos posteriores a la carta mencionada en 1897,
en 1905 con los "Tres ensayos de una teoría sexual" , hasta en 1938, cuando
contando con 82 años de edad se propuso reunir los principios del
psicoanálisis en la forma "más concisa posible" y exponerlo en los "términos
más inequívocos", enunciando en su obra conclusiva, el "Compendio del
Psicoanálisis" que: ".será particularmente interesante para nosotros
comprobar si existe algo así como una experiencia central de ese período
infantil. Ante todo, nos llaman la atención las consecuencias de ciertos
influjos que no afectan a todos los niños, por más que ocurran con no poca
frecuencia, como, por ejemplo, los abusos sexuales cometidos por adultos en
niños, la seducción de estos por otros niños algo mayores (hermanos y
hermanas) y -cosa ésta que nos resulta inesperada- la conmoción que las
relaciones sexuales entre adultos (padres) producen en los niños cuando
llegan a presenciarlas como testigos auditivos o visuales..."
En el ámbito judicial, se presentan pintorescos informes defensivos
de abusadores sexuales infantiles, apuntalados en trivializaciones de la
teoría, recortes de contextos, y la confusión de conceptos fundamentales con
aspectos históricos de las condiciones de producción de los mismos. A modo
de necesarios ejemplos pueden mencionarse: a) La insistencia con la cual se
describe a los niños como "perversos polimorfos" atribuyendo tal ignominia a
Freud, por medio de desconocer pornográficamente el marco del enunciado
freudiano y de confundir la disposición de la pulsión sexual con la niñez;
el enunciado freudiano preciso es: "...bajo la influencia de la seducción
(efectiva del adulto, es decir del abuso sexual) el niño puede convertirse
en un perverso polimorfo, siendo desviado a practicar todas las
transgresiones posibles". b) Explicar por medio de la masturbación
universal correspondiente a la etapa fálica, las masturbaciones compulsivas
a las cuales los niños abusados quedan expuestos por las condiciones
perversas de erogenización. c) Confundir las formas con las cuales los
niños fantasmatizan los efectos de la pautación de la prohibición del goce
intergeneracional recaída sobre los adultos a su cargo, con la canonización
normativa del complejo de Edipo, inherente a la modalidad histórica de
familia monogámica y heterosexual; y al complejo de Edipo con un deseo de
coito de los hijos con sus progenitores, en lugar de un deseo amoroso (el
niño desea casarse con la madre, no mantener una relación sexual con ella).
d) Atribuir a la pulsión epistemofílica originada en el enigma infantil, las
conductas intromisivas en el cuerpo de otros infantes llevadas a cabo con
asiduidad por niños victimizados sexualmente.
III) EL SAP, ALMA MATER DE LOS CRIMENES DE LESA SEXUALIDAD:
El supuesto síndrome de alineación Parental (SAP) o PAS según sus
siglas en inglés, fue expuesto por primera vez por el psiquiatra
norteamericano Richard Gardner, en un artículo intitulado "Tendencias
Recientes en el Divorcio y la Litigación por la Custodia". El contexto de
producción de la "teoría" de Gardner, la cual luego fue retro-alimentada en
forma prolífica por entusiastas seguidores, amerita ser explicitado al igual
que los antecedentes profesionales del autor, puesto que guardan estrecha y
evidente vinculación con la misma. Al momento de la enunciación del
"síndrome", Gardner oficiaba como perito de parte en la defensa de acusados
de haber perpetrado abusos sexuales contra niña/os. Su desempeño científico
previo fue la especialización en "técnicas de desprogramación", puesto que,
como capitán y médico del ejército de los EEUU, asistió a soldados que
habían sido prisioneros durante la guerra de Corea del Norte.
Las premisas básales de Gardner y sus apoteóticos, son dos: 1) Que
existe una cantidad abrumadora de "madres alienadoras" o que se convierten
en tales en los divorcios contradictorios y/o en los juicios de tenencia,
las cuales realizan "lavados de cerebros" en sus hijo/as; y 2) La producción
masiva de niño/as "programados", que llegados a ese estado denigran al
padre "amputado" de la familia, agregando elementos propios. Acorde con sus
condiciones de partida, la teoría es aplicada dominantemente en los casos de
abuso sexual infantil, para sostener que en realidad estos existen en una
muy baja proporción, puesto que, lo que en realidad abundan son las falsas
denuncias. En este punto, se apoyan en una derivación del argumento
defensivo de los perpetradores de abuso sexual infantil, y desarrollan una
ramificación de la teoría madre: "la co-construcción de memorias". El
sustento "científico" de la "co-construcción" es tan endeble como los del
SAP, a saber: las madres alienadoras, implantan en los hijo/as memorias de
hechos que no sucedieron (abusos sexuales), luego los niño/as se convencen
de la existencia de los hechos no vividos, las falsas memorias suelen ser
reforzadas en los tratamientos asistenciales de niño/as por parte de los
terapeutas y/o analistas, y finalmente son diagnosticadas como abusos
sexuales por peritos psicólogos inexpertos que no se han formado con las
bondades del SAP y/o han padecido en su historia personal experiencias que
los llevan a confirmar abusos inexistentes.
Gardner y sus seguidores, sin ruborizarse pero también sin
fundamentarlo, desplazan al incesto como problemática princeps de la
asimetría de saberes y poderes entre adultos y niño/as (cuya prohibición,
con carácter de pauta universal, es valorada como esencia de las diversas
culturas), por la epidemia de madres alienadoras y repentinamente
alienadoras (una vez divorciadas). Tampoco explican, pero sostienen con
vehemencia su existencia, acerca de como acontece la conversión de "mujer a
madre alienadora" al cambiar el estado civil de la persona. No es menor la
puerilidad con la cual definen al niño/a alienado (sin contemplar en esta
descripción la rusticidad discursiva del lavado de cerebro, la
parentectomía, etc.), sin otro sustento que su enunciación y sin considerar
los efectos que en la constitución del psiquismo infantil y en la producción
de la subjetividad de niño/as tendría, a dominancia, un maternaje alienante
(psicosis, problemáticas narcisísticas graves, empobrecimiento psíquico
generalizado por los contrainvestimientos masivos).
Más allá, de que los axiomas del SAP sean burdos, a partir de ellos
se desarrolla una extensa e inteligente ingeniería que incluye hasta una
"terapéutica" clínico-jurídica, que consiste en sesiones de tortura, en las
cuales se somete al niño o niña abusado a vincularse con el abusador sin la
presencia del adulto protector, llegándose a privar al niño/a, del
contacto con este. El constructo del SAP consiste en una desmentida
ideológica de la realidad, destinada, por un lado a negar la gravedad de la
problemática social de los incestos y los abusos sexuales infantiles; y por
el otro a cuestionar el cercamiento diagnóstico de los mismos. Si bien la
invención de Gardner no ha tenido reconocimiento científico alguno, se la ha
incorporado en vastos sectores de la justicia como si se tratase de un texto
sagrado; cada vez más jueces, fiscales y abogados se convierten en "expertos
en SAP" y lo utilizan como literatura en sus trabajos de post-grado, y lo
que es más grave en sus alegatos y sentencias.
En la teoría del SAP, se alude a situaciones existentes y
recurrentes en algunos momentos, a veces durante todo el proceso de un
divorcio, haciendo una amalgama entre los ejercicios de violencia
psicológica, predominantemente secundaria y simbólica, que se dan sobre
algunos niño/as y los abusos sexuales que otros padecen; unificando todo en
el mecanismo "alienador de las madres y el lavado de cerebro que provocan en
los hijos, con la consiguiente exclusión de los padres". Se describe cómo
"lógicamente" deberían actuar los niño/as, si no fuesen "programados" y como
lo hacen al serlo, sin considerar los mecanismos de defensa propios de los
seres humanos y las posibilidades metabólicas de los infantes frente a la
vivencia de situaciones con potencialidad traumática o más bien teniéndolos
en cuenta para "demostrar" que todo niño que no responde cual si fuese
producto de una racionalidad de ajedrez, "fue alienado". Extremando la
audacia de esta lógica perversa, se ha llegado a proponer que la
sintomatología de los niño/as víctimas de abuso sexual (masturbación
compulsiva, enuresis, encopresis, hiperkinesis, conductas genitalizadas...)
son consecuencia de la "co-construcción" de memoria que realizan madres y
terapeutas, sin la mínima preocupación por la falta de idoneidad
determinadora y fuerza traumatizante de la supuesta causa. Al facilitar,
así, argumentos para la negación frente a lo siniestro, brindando respuestas
sencillas a problemáticas complejas, sintónicas con el patriarcado como
ideología dominante, y tranquilizadoras frente a la posible crueldad de los
seres humanos; el SAP adquiere una capacidad de convicción estremecedora.
SAP S.A.:
En el país, algunos estudios jurídicos se han especializado en la
defensa de acusados (con solvencia económica) de perpetrar abuso sexual
infantil o incesto paterno-filial. Su modus operandis consiste en: 1)
Iniciar causas judiciales contra los profesionales que denuncian o
atestiguan acerca de niños sometidos sexualmente, y 2) Si sus defendidos
llegan a ser procesados en una instancia penal, durante los largos años en
que se desarrolla el proceso judicial, saturan los expedientes con las
opiniones de "expertos en SAP", denostando la pericia que desencadenó el
juicio y al profesional que la presentó (generalmente un perito de un
Juzgado de Menores o de un Tribunal de Familia) del cual piden el
procesamiento o inducen al mismo. Los argumentos que esgrimen no podrían
ser sostenidos en un congreso de psicología, pero en un juicio penal o
ante la opinión pública, crean la sensación de un enfrentamiento
científico o lo que es peor de la presunta sabiduría de los "expertos en
SAP" ante la ignorancia o la mala praxis de peritos y psicólogos clínicos.
Organizan su praxis desde el SAP y la co-construcción de
memorias; y a partir de formulaciones menos publicitadas de Gardner, a
saber: "En la actualidad, el niño sexualmente abusado es generalmente
considerado como la víctima, a pesar de que el niño pueda iniciar
encuentros sexuales seduciendo al adulto". "Hay un continuum que debe ser
considerado aquí, desde aquellos niños que fueron forzados y no obtuvieron
placer (y podrían hasta ser considerados como habiendo sido violados) a
aquellos que disfrutaron inmensamente (con respuestas orgiásticas) las
actividades sexuales". "Necesitamos juicios civiles bien publicitados
contra psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, trabajadores en la
protección de los niños, defensores de los niños, policía y detectives
incompetentes y/o exagerados cuya ineptitud ha promulgado una falsa
acusación".
IV) CONSIDERACIONES PSICOLOGICO-LEGALES:
Los determinantes supra expuestos, si bien proceden de fuentes
diferentes respecto a su posicionamiento ante lo siniestro del incesto,
correspondiéndose los dos primeros con la negación neurótica, y el restante
con la desmentida perversa, son acogidos con beneplácito en los estamentos
judiciales a dominancia impregnados por la ideología patriarcal; con graves
consecuencias en los niños y niñas victimizados. No obstante, es sin duda
el movimiento orquestado alrededor del SAP, el que mayor poder de daño tiene
para la infancia vejada y para quienes actúan en su defensa.
Los avances logrados en el territorio de la defensa de niñas y
niños, tornaron insostenible la supresión de los relatos de las víctimas en
el seno de la justicia, los refutadores de los abusos sexuales infantiles,
como contra-movimiento, se parapetaron en el SAP para afrontar el nuevo
paradigma, incorporando al discurso infantil pero para desmentirlo: "Si, el
niño/a dice eso, pero porque fue alienado", es decir que mientras se
advienen a escuchar la verdad histórico-vivencial del niño/a, no lo hacen
para articularla con la verdad material que porta, sino para reemplazarla
por una teoría preconcebida para invisibilizar la perversión.
La imposibilidad de creer en el relato de los niños y niñas, y las
negaciones teóricas facilitan el accionar de los abusadores sexuales
infantiles, y su buen pasar legal; pero la mayoritaria adhesión judicial a
una teoría ideológica hecha a la medida de la perversión ocasiona estragos
en el psiquismo de las víctimas, pudiendo llegar a hacer peligrar sus vidas,
producto del desenvestimiento masivo de la realidad ante lo inmetabolizable
de la ratificación del sufrimiento por parte de quien debería primero
ponerle fin y luego repararlo.
Es requisito del mecanismo del abuso sexual infantil y del incesto
la imposición del secreto a la víctima por parte del perpetrador, resultando
usual la utilización de amenazas para sostenerlo. Entre los enunciados
intimidatorios para mantener la coerción, figuran con frecuencia las
formulaciones de "que nadie te va a creer" y "la destrucción de la familia",
además de las referidas a las promesas de matar y/o maltratar al niño/a y/o
a un ser querido por este. Las amenazas al igual que el abuso se sostienen,
en la omnipotencia que el niño/a atribuye al criminal y este alimenta,
apuntalándose ambos términos de la encerrona trágica en la irreductible
asimetría de poderes y saberes existente entre el adulto y el niño/a. "La
ruptura de la familia" es un destino factible y deseable cuando el niño/a
logra manifestar lo que padece, y que a instancias de la manipulación previa
del perverso, suele vivenciar como acaecida por su responsabilidad, y
culparse por ello. La confirmación judicial, de la falta de creencia en los
relatos de los niño/as, patentizada en las reiterativas pericias a las que
son expuestas las víctimas, potencia la vulnerabilidad infantil ante otro
cumplimiento del destino prestidigitado por el perpetrador. Aún si el
niño/a logra no quebrarse ante la insistencia con la que no se cesa de
descreer de su relato, este es asignado al supuesto "síndrome de alienación
parental" presentado bajo la modalidad de cualquiera de sus variantes,
co-construcción, inducción, lavado de cerebro.
El corolario de la legitimación de la perversión por medio de la
legalización de la desmentida, es la consumación de la revinculación entre
víctima y victimario, donde según la modalidad con que se efectivice,
concluye en otro abuso sexual y/o psíquico del niño/a, y en ciertos casos,
como consecuencia de la consagración de lo infausto puede finalizar como ya
se explicara, con la vida misma del infante.
A modo de cierre, sesionando este Idóneo Tribunal en la Ciudad de
Mar del Plata, no puedo dejar de mencionar, un ejemplo paradigmático
acaecido en esta localidad, el caso Melo Pacheco, donde se coronó al SAP al
convertirlo en una sentencia de amplia difusión pública, en la cual, por
supuesto, no se le creyó a 22 niñas y niños de 4 y 5 años, se absolvió al
imputado por abuso sexual, se redujo el sometimiento masivo de infantes que
según el contenido de las pericias podía pensarse que excedía la idea de un
abuso sexual infantil, a un delirio colectivo de sus madres y padres, y como
síntesis excelsa se procesó a la perito oficial y a la psicóloga clínica que
tomo los primeros testimonios, es decir los más importantes.
V) CONCLUSION:
Los crímenes de lesa sexualidad, en cuanto a la negación y
desmentida de los incestos paterno-filiales y los abusos sexuales
infantiles, son prevalentes en la justicia.
Lic. Osvaldo Fernández Santos
Andalucia
Detienen a un británico buscado por catorce agresiones sexuales a menores en su país
La policía lo localizó en un piso compartido en Marbella, donde se había refugiado Las víctimas son su propia hija y cuatro amigas, que revelaron los hechos por carta
Cuando el martes tocaron a la puerta, Bruno Nazor pensó que aquellos dos hombres tan bien vestidos que preguntaron por Peter eran amigos suyos. Lo buscó en la terraza y, por su cara, adivinó que algo grave pasaba. «Cuando me di la vuelta saltó por la ventana de la cocina y se escondió. No entendía nada», explica dos días más tarde, aún conmocionado tras saber que el hombre con el que compartía piso en Marbella desde hace un mes estaba acusado de cometer 14 supuestas agresiones sexuales a cinco menores en su país, una de ellas su propia hija.
El arrestado, Peter C., de 42 años, tenía en vigor una orden europea de búsqueda emitida por el Tribunal de Guilford (Reino Unido), dictada a finales de mayo. La detención la realizaron en Marbella agentes de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Udyco, aunque para llegar hasta él fue clave el intercambio de información con la policía británica.
Regalos extravagantes
Los hechos por los que se le buscaba se remontan a principios de la década de los 90, cuando supuestamente realizó tocamientos a la hija de unos amigos, que se quedó a dormir en su casa después de una fiesta de cumpleaños. Tras esa noche, la familia de la menor, que tenía 11 años, llegó incluso a sospechar de algo, ya que el detenido le hacía «regalos extravagantes», pese a que sólo eran unos amigos, según fuentes próximas a la investigación. Sin embargo, la niña no denunció los hechos hasta 2003.
Los demás casos sucedieron entre 2004 y 2006, periodo en el que todas las menores, según la policía, fueron agredidas en más de una ocasión. Entre sus víctimas se encuentran una de sus hijas y otras tres amigas de la pequeña, que tenían entre 14 y 17 años cuando sucedieron los hechos.
Pero, como la primera, las chicas guardaron silencio por miedo a represalias. Ese silencio se rompió mediante una carta. Una mañana, antes de salir de casa para ir al colegio, una de las niñas dejó sobre la cama de su madre una misiva escrita de su puño y letra donde relataba los presuntos abusos sexuales que sufrió. Según las fuentes, la mayoría de las menores utilizó este sistema para revelar a sus padres o a un adulto lo que les había pasado.
Superados los miedos, las cinco chicas presentaron alegatos contra el detenido, al que se le acusa de comportamiento sexual inapropiado, abusos sexuales, agresión con penetración y violación.
Peter C., padre de cinco niñas de tres parejas diferentes, se refugió en la Costa del Sol tras aquellos episodios. Su compañero de piso Bruno Nazor recuerda que, incluso, llegó a enseñarle fotos de su mujer y la pequeña a la que decía que «estaba buscando». «Era un tipo normal, simpático y muy generoso. No salía mucho y no recibía visitas. Siempre estaba un poco tirado de dinero, pero la noche antes de la detención recibió alguna cantidad y nos invitó a todos a cenar. Quién nos iba a decir que se trataba de la última cena», comenta con cierta sorna.
Compañeros de piso
El piso alquilado en el que se había instalado en Marbella es una pequeña torre de babel. En él convivían el detenido, de nacionalidad británica; Nazor, de origen croata; Jeremy, francés; y Daniel, argentino. Ninguno de ellos lo conocía demasiado. «Entendía mucho de ordenadores; siempre andaba con el portátil -explica Nazor- y de vez en cuando se sacaba algún dinero arreglando aparatos en casa».
Los vecinos están preocupados por la noticia. Algunos, incluso, tuvieron que enfrentarse a la difícil tarea de identificar fotográficamente al británico antes de proceder a su detención.
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