jueves, 13 de diciembre de 2007

La inseguridad de las armas

Las/12Viernes, 07 de Diciembre de 2007

A pesar de que tener un arma en casa se asocia con una conjura al miedo a ser víctima de esa inseguridad con mayúsculas que describe la vulnerabilidad social frente al delito, lo cierto es que para las mujeres el armamento doméstico es
una amenaza peor que cualquier asalto. Al momento de plegarse a los planes de desarme, suelen relatar historias relacionadas con la violencia sexista
dentro del hogar. La mayoría de los femicidios han
sido cometidos con armas de fuego. Radiografía de un problema que no se resuelve a los tiros, ni mucho menos.

Por Luciana Peker
En Argentina, el 96,55 por ciento de los 631.695
usuarios civiles del 1.200.00 armas de fuego registradas son varones y el 3,45 por ciento mujeres, según datos del Registro Nacional de Armas (Renar). Sin embargo, alrededor del 60 por ciento de las 66 mil armas que fueron entregadas al Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, desde el 10 de julio, en donde el gobierno implementó una serie de beneficios –legales y económicos– para sacar los revólveres de los cajones y frenar la violencia fueron mujeres.
“Con esta arma mi marido me amenazaba”, dijo una mujer frente a un mostrador en donde se inutilizan las armas y no se toman datos personales –para respetar el anonimato y fomentar la confianza–, pero sí se escuchan –y muchas– historias de
mujeres que se deshacen de la amenaza interna.
Una de las mujeres que dejó una de las 60 mil armas –pero no sólo ella– había sido golpeada muchas veces y
también había sentido el fierro frío en el cuello. El golpe sin fin y también el latido en su casa, en su propia casa, de la muerte que su marido encerraba –como
si la vida y la muerte de ella entraran en su gatillo– apenas con llave.
“En la mayoría de los femicidios el medio empleado para asesinar a la mujer son las armas de fuego. El riesgo y las posibilidades de muerte para una mujer se
incrementan notoriamente si hay en su casa un arma de fuego. También, lamentablemente, las armas son muy utilizadas por los hombres violentos para amenazar y violar a las mujeres”, recalca la abogada Susana Cisneros, una de las
autoras, junto a Silvia Chejter, del libro Femicidio e impunidad. En esa investigación, se demostró que la verdadera inseguridad, para las mujeres, se encuentra puertas adentro y que esa inseguridad crece cuando la inseguridad de afuera es pretexto, excusa o justificación para tener un arma.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3760-2007-12-13.html#inicio




Hallan muerta a una pareja en un departamento de Recoleta

Un hombre, de 52 años, mató a la mujer, de 23, y luego se suicidó


LANACION.com | Información general | Jueves 28 de febrero de 2008

2 comentarios:

Insitucional dijo...

Febrero 2008. Ecuador
La violencia intrafamiliar es una espiral que lleva hasta la muerte
Las comisarías de la mujer ubicadas en Quito receptan 35 denuncias de agresión física o psicológica al día. Solo el 7,5% de las quejas son presentadas por hombres.

Desde hace 12 años Ana Q., de 38 años, vive en unión libre con Ramón V., con quien tuvo tres hijos. La semana pasada ella decidió poner fin a los maltratos a los que se sujetó todo este tiempo, cuando puso una denuncia de maltrato en contra de su pareja.

El trámite lo realizó en el Centro de Equidad y Justicia de la Delicia, al norte de Quito. Allí se reúnen los servicios de la Comisaría Tercera de la Mujer, la Fiscalía, Dinapen, Policía Judicial y un equipo técnico de especialistas en leyes, psicología y trabajo social.

Según el diagnóstico de los funcionarios judiciales y de asistencia social del Centro de Equidad y Justicia, en Quito, las relaciones tormentosas que incluyen agresiones físicas, psicológicas y sexuales son cotidianas.

Según datos de la Dirección de Género del Ministerio de Gobierno y Policía existe un promedio de 12 712 denuncias por año. Solo en Quito, las comisarías de la Mujer receptan un promedio de 35 denuncias diarias.

Para la Jefa de la Unidad de Atención y Prevención de Violencia Intrafamiliar, Género y Maltrato Infantil (Upavif-G-MI) del Municipio de Quito, Silvia Amores, la violencia es un problema social. “Funciona como un círculo vicioso en las familias y se transmite de generación
en generación”.

También se concibe a la violencia intrafamiliar como un problema de salud porque todo tipo de violencia deteriora la salud física y mental de una persona.

Los actos violentos se generan como manifestaciones de una cultura machista, donde, según Amores, las relaciones de poder inclinan la balanza a favor de los hombres. “Esta situación determinó que los sectores más vulnerables a la violencia sean las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con discapacidad”.

Un estudio del Municipio de Quito que recoge datos del 2000 al 2006, estima que siete de cada 10 mujeres ha afrontado situaciones de violencia intrafamiliar. El mismo estudio muestra que solo el 7,5% de las denuncias son presentadas por hombres.

Para Cecilia Solórzano, del Centro de Equidad de la Delicia, la violencia intrafamiliar afecta al desarrollo de los niños, que tienden a reproducir y mantener actitudes agresivas en su entorno.

Este problema también afecta al rendimiento productivo de la víctima , pues los trámites y los procesos demandan tiempo y dinero.
En cuanto al impacto social, se constató que un gran número de denuncias viene de sectores con niveles económicos bajos y de sectores urbanos periféricos.

El día en que Ana presentó la denuncia en la Delicia tuvo que cerrar su tienda de víveres. Este negocio le da una ganancia de USD 150 al mes. Esa suma le sirve para cubrir el costo de la educación de sus hijos y los gastos de la casa. “Cuando mi pareja no trabaja se la pasa viendo televisión y me exige dinero para sus cosas. El dinero casi no me alcanza”, decía la mujer.

Amores explica que la violencia doméstica sigue un camino progresivo en el que se diferencian cuatro niveles. En la primera etapa, denominada alerta amarilla existe una limitación y control sobre los círculos sociales y familiares de la víctima. En la alerta naranja, las actitudes de dominio son más evidentes y se producen las primeras agresiones físicas. En la alerta roja, la víctima pierde su capacidad de discernimiento y de defensa y las agresiones físicas son más violentas, con objetos hirientes y corto punzantes. En la última etapa las agresiones terminan en actos criminales y muerte.

Con la voz entrecortada, Ana cuenta que el comportamiento de su pareja cambió desde su primer embarazo. “Empezó a gritarme y a enojarse por todo, incluso me sacaba a golpes de la casa”.

Con el tiempo las agresiones subieron de tono. Así lo evidencian las cicatrices que marcaron el cuerpo de Ana. Ahora ella teme por su vida y por el hijo que lleva en su vientre.

Su aspiración- dice mientras espera su turno en el pasillo-, es tener una vida más tranquila. El estudio del Municipio muestra que de 122 homicidios registrados, 82 (41%) fueron femicidios. De 204 muertes violentas de mujeres se destaca que el 35% ocurrieron en circunstancias de violación y posterior asesinato de las víctimas.

Un agente de la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial de Quito, que pidió no ser identificado, explica que los homicidios responden a diferentes causas.

En el caso de los crímenes pasionales, estos solo pueden determinarse tras las investigaciones sobre las evidencias físicas, documentales y testimoniales. “El investigador tiene que hacerle hablar al muerto indagando en su vida privada”, afirma.

Las principales causas de los crímenes pasionales son los celos y la infidelidad. Los métodos más comunes son el estrangulamiento y el uso de armas blancas y armas de fuego. Otro método, menos común, es el envenenamiento.

El 10 de agosto del año pasado, tres policías perdieron la vida de forma violenta. Según las investigaciones, el cabo Homero Regalado habría disparado contra la policía Diana Jiménez y el teniente Xavier Freire. Luego, utilizó su propia arma para quitarse la vida.

Versiones extraoficiales señalan que Regalado y Jiménez tenían una relación sentimental y que aparentemente Jiménez habría engañado a su compañero con el oficial Freire, lo que hace suponer que los celos fueron el detonante de las tres muertes.

El agente de homicidios señala que en el caso de los suicidios además existen antecedentes de depresiones profundas, el método más utilizado es el ahorcamiento.

Amores asegura que la prevención de la violencia intrafamiliar y de género tiene que ver mucho con la educación y los sistemas de valores que se generan desde el seno del hogar y que son transmitidos hacia la sociedad.

La experta está convencida de que también los hombres tienen que crear una conciencia que genere actitudes de tolerancia y respeto hacia los otros. Enfatiza que frente a una sociedad sin equidad, es necesario contar con un sistema judicial que garantice el el cumplimiento de la Ley a favor de los más vulnerables.

Un trámite gratuito

La Fiscalía atiende casos de delitos sexuales y contra la vida, denuncias por lesiones graves o por incumplimiento de medidas cautelares.

En las comisarías de la mujer se receptan denuncias de forma gratuita. Para el trámite, el afectado debe llevar la cédula y la papeleta de votación.

Las medidas de amparo son : boletas de auxilio, orden de salida del agresor de la vivienda, restricción del acercamiento a la persona violentada, custodia de niños.

Punto de Vista

Álex Castro. Psicólogo Clínico

‘Muchas mujeres no denuncian’

La asistencia psicológica es necesaria para las víctimas de violencia. El perfil psicológico de la víctima y del agresor definen el tiempo y el tipo de agresiones a las que se sometió una persona. Así se determinan las secuelas y el tratamiento a seguir. La mayoría de las víctimas presenta cuadros de depresión severa, trastornos de ansiedad, entre otros. En cuanto a los agresores, no todos presentan cuadros patológicos. Los principales detonantes de hechos de violencia se relacionan con factores culturales, sociales y de conducta.
Frente al hecho de que muchas mujeres no denuncian las agresiones, creo que se debe a que los procesos traumáticos llevan a las víctimas a perder su capacidad de reacción. Además, hay que tomar en cuenta el peso del estereotipo sobre los roles sociales, que definen a las mujeres como débiles, sumisas y más emocionales.

http://www2.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=171086&id_seccion=4

Insitucional dijo...

Armas de fuego se utilizan en el 50% de muertes violentas en EE.UU.

Jueves 10 de Abril de 2008

Fuente :AFP

Uno de los estudios más exhaustivos que se han realizado sobre el tema lanzó duras estadísticas. Además, estima que los hombres se suicidan cuatro veces más que las mujeres.

CHICAGO, EE.UU.- Las armas de fuego fueron utilizadas en casi la mitad de las muertes violentas en Estados Unidos según el estudio más exhaustivo realizado en ese país.

Más de la mitad de esas muertes fueron suicidios mientras que el 30% fueron asesinatos, según un informe presentado hoy por los Centros para la Prevención y Control de las Epidemias.

El resto de las muertes ocurrieron por causas que no se pudieron determinar, como envenenamiento y disparos accidentales de arma de fuego, según el análisis de casi 16.000 fallecimientos violentos en 16 estados.

Los nativos de raza negra resultaron asesinados en índices 50% mayores que los de la población blanca, al tiempo que los asiáticos tienen un índice 60% inferior que el de los blancos. Las muertes violentas entre los hispanos se ubican un 15% debajo que el de los blancos.

Los hombres registraron tres veces más muertes con violencia que las mujeres, alcanzando un índice total de muertes violentas de 31,9 por cada 100.000 personas.

La mayoría de los hombres fueron asesinados durante una discusión o cuando estaban cometiendo una crimen. El mayor número de mujeres perdieron la vida asesinadas por su actual o por su ex pareja.

El grueso de las muertes ocurrieron en el hogar, mientras que un 10% en calles o autopistas y un 5% en un parque, plaza o área natural.

Los hombres se suicidan casi cuatro ves más que las mujeres y un 20% de los que se quitan la vida eran ex militares. Tan sólo un tercio de quienes se suicidan dejan una nota.
Las armas de fuego fueron utilizados en casi dos tercios de los homicidios mientras que elementos cortantes y punzantes en un 18%. Según el estudio son siete por cada hombre las mujeres asesinadas por medio de la estrangulación o el sofocamiento.

Sólo 1,1% de los homicidios fueron consecuencia del azar y un 4,3% tuvieron relación con luchas de bandas. Las drogas aparecieron involucradas en 17% de los casos con muertes violentas.

Se estima que unas 50.000 personas mueren violentamente cada año en Estados Unidos, lo que arroja un saldo de 137 personas cada día.