sábado, 26 de julio de 2008

Mujeres en ciudades inseguras

Un seminario sobre “Ciudades sin violencia hacia las mujeres”, con delegaciones de distintos puntos de América latina, fue el marco para discutir estrategias para diseñar espacios públicos más seguros.

Por Mariana Carbajal

“Tú vas en el metro y te manosean o eyaculan detrás de ti. El índice de violaciones en el espacio comunitario es altísimo y también en los taxis y en el metro”, describió ayer Marta Micher, directora del Instituto de la Mujer del Distrito Federal de México, la situación en su ciudad. Para enfrentar ese panorama –no muy distinto del de otras urbes de América latina–, el gobierno del DF puso en marcha un Programa de Viajeras, que incluye –entre otras medidas– la instalación de un freno de emergencia en los vagones de subtes para que las víctimas de acoso sexual puedan pedir ayuda a la seguridad. El problema es de tal magnitud que en 24 líneas de colectivos, además, existen autobuses exclusivos para pasajeras (ver aparte). La experiencia mexicana se contó ayer en un seminario regional, con expertas de distintos países, organizado por el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) en el marco del “Programa Regional Ciudades sin violencia hacia las mujeres, ciudades seguras para todos y todas”, que lleva adelante el organismo internacional e involucra a varias urbes de América latina. La única argentina es Rosario.

Los barrios con terrenos baldíos y calles oscuras y solitarias son parte del escenario urbano poco “amigable” a las mujeres. “Estamos tratando de evidenciar que el problema de la violencia en las mujeres tiene una connotación particular: las mujeres son pensadas como cuerpos para ser abusados. Hay sectores de la ciudad de Buenos Aires donde a determinadas horas las mujeres no se animan a cruzar. No creo que muchas se atrevan a atravesar el Parque Lezama de noche”, señaló Falú
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4 comentarios:

Insitucional dijo...

Tras una violación y reiterados robos, marchan en Mataderos para pedir seguridad
20:37Un grupo de vecinos y autoridades de un colegio de la zona se manifestarán mañana para exigir mayor vigilancia. En el último tiempo, según denuncian, se vienen registrando hurtos de dinero y celulares a adolescentes, además de asaltos en casas y autos. Desde la comisaría 42ª confirmaron a Clarín.com que el violador ya fue detenido.
Los vecinos del Barrio Naón de Mataderos se encuentran por estos días en estado de alerta a raíz de los reiterados robos que se producen en la zona, según dicen, a toda hora del día. En las últimas semanas, además, una chica fue abusada sexualmente. La Policía informó que el violador ya fue detenido.

Para "alertar sobre este terrible peligro y solicitar se disponga de más móviles para recorrer y cuidar la zona", un grupo de vecinos y autoridades del Instituto María Ana Mogas (IMAM) convocaron a una manifestación para mañana a las 19, en la Plaza Nicolás Repetto, ubicada en Zelada y Fragata Trinidad, a pocas cuadras de donde una ex alumna de ese colegio fue violada el sábado 30 de agosto cuando iba camino a la facultad.

El comisario Héctor Luca, titular de la seccional 42ª, no encuentra razones para la realización del reclamo. Según confirmó a Clarín.com, el violador fue detenido en la noche del sábado pasado. "Teníamos miedo de que se hiciera esta convocatoria a los medios sin haberlo detenido todavía y eso lo iba a poner en alerta", lo que llevaría al delincuente a desaparecer por un tiempo y luego volver a actuar, señaló.

El jefe policial afirma que esa es la única denuncia reciente por violación en la zona asentada en la comisaría. No obstante, Miriam Solares, directora general del IMAM, sostiene que hubo otro caso más, en el que la víctima fue otra joven del barrio.

Solares fue tajante respecto de la manifestación prevista para mañana: "La vamos a hacer igual", enfatizó. La directiva se pregunta "si está probadísimo" que el hombre detenido es el autor de los ataques. "El año pasado atraparon a uno que andaba en moto y a las 48 horas estaba afuera", aseveró.

Por otra parte, la directiva sostiene que las violaciones no eran la causa exclusiva del llamado, por lo que no habría razones para suspender la convocatoria. "A la escuela se acercan a denunciar asaltos en la calle, robos de celulares a chicos e incluso con insinuaciones de tipo sexual", también en casas y autos. El problema es que delitos que no pasan a mayores no llegan generalmente, según Luca, a denunciarse formalmente en la seccional.

Hace unas semanas, Luciana, una profesora del colegio, caminaba por la calle Guaminí. Sólo le faltaban unas cuadras para llegar al establecimiento, cuando un hombre comenzó a caminar a su par. Le dijo que tenía un arma y que siguiera su marcha sin llamar la atención, para luego pedirle que le entregara sus pertenencias. Luego de robarle plata y el celular, llegaron los comentarios de índole sexual. "Le dije que hasta ese momento no había gritado, pero que si no me dejaba en paz iba a hacer un escándalo, porque esto pasó a plena luz del día y estaba lleno de gente", contó la docente. El asaltante accedió y se retiró.

Ese modus operandi se repite en varios casos denunciados informalmente. Florencia, una alumna del colegio, cuenta que el sábado pasado, cuando salía de una jornada de convivencia en la escuela, sufrió un hecho similar. "Cuando hago tres cuadras para el lado de Emilio Castro, un hombre en bicicleta negra me siguió hasta la parada del colectivo y me pidió el celular, me dijo que no gritara y que me quedara quieta. Al ver que pasaba una banda de chicos y que venía el colectivo me largué a corre y gritar", escribe la adolescente en un blog. "No saben el susto que me pegué", cuenta al resto de los integrantes de la bitácora. La convocatoria llegó también a la red social Facebook, en la que un grupo promueve la manifestación.

Solares señala que son muchos más los chicos del IMAM y de otros colegios de la zona que sufrieron ese tipo de asaltos y afirma que los adolescentes son los blancos principales "por su vulnerabilidad", por lo que piden mayor vigilancia en la zona.

"Toda la zona esa, igual que el resto del barrio, tiene personal policial. Lo que no se puede hacer es poner uno por esquina", argumentó el comisario Luca y concluyó que hay la misma cantidad de agentes que en cualquier punto de la Capital y "los problemas son los mismos que en cualquier otro lugar".

Insitucional dijo...

Violación en el taxi
El viaje de estudios que hacía en Buenos Aires una joven inglesa se convirtió en una pesadilla. Fue el sábado a la madrugada, luego de que un taxista que la llevaba desde un boliche en el barrio de Palermo hasta el hostel donde se hospedaba, la amenazó con un arma, la violó y luego le robó dinero y un celular.

Sucedió cerca de las 5 de la madrugada, cuando la chica de 21 años decidió abandonar el boliche ubicado en el barrio de Palermo, donde pasó la noche con unos amigos, y tomó un taxi para ir hasta el hostel donde estaba alojada. Según la denuncia que la joven radicó en la comisaría 23, tomó un auto en Honduras y Juan B. Justo y le mostró al conductor un papel con la dirección hacia donde debía trasladarla. Sin embargo, en vez de seguir las instrucciones, el hombre la llevó hacia otro lugar. En medio del trayecto, la amenazó con un arma de fuego y la obligó a ponerse una capucha para que no pudiera ver hacia dónde se dirigían.

El taxista siguió conduciendo hasta que detuvo la marcha del auto, se pasó al asiento de atrás donde estaba la turista y la violó reiteradas veces. Luego, la abandonó cerca hostel donde debería haberla dejado desde un principio, pero antes le robó 1200 pesos y su teléfono celular.

La chica fue auxiliada por un joven y su novia, quienes la acompañaron hasta el hospedaje, de donde se fue el sábado a la tarde. Antes de su partida, se acercó hasta la comisaría 23, acompañada de un turista italiano con el que compartió su estadía en el hostel y radicó la denuncia. La causa, caratulada como “robo y abuso sexual”, está en manos del fiscal de instrucción porteño Horacio Amelotti.

Insitucional dijo...

Noviembre 2008
Comenzó el juicio al violador de ancianas en Córdoba
Es acusado de abuso sexual con acceso carnal reiterado en 19 hechos, además otros delitos. Atacaba a mujeres de entre 59 y 84 años. Una de ellas fue ultrajada en tres oportunidades distintas por el depravado

Oscar Ernesto Barraza, de 55 años, es enjuiciado desde hoy como supuesto autor de abuso sexual con acceso carnal reiterado, en 19 hechos.

También por diez casos de robo calificado por escalamiento, seis de robo simple, otros seis de violación de domicilio y uno por robo calificado por efracción, esto último por haber practicado un hueco en una pared.

Barraza fue detenido un 29 de diciembre de 2006 y desde aquel momento no se conocieron más casos de ataques de ese tipo.

Las mujeres atacadas tenían al momento de los hechos entre 59 y 84 años, aunque algunas de ellas ya murieron, según publicó hoy el diario cordobés La Voz del Interior.

Nidia María Modesti, responsable del Laboratorio de Biología Molecular del Ceprocor, declaró que “no quedan dudas” de la correspondencia del perfil genético del acusado y las muestras de ADN obtenidas de las escenas de los abusos.

La especialista explicó que sólo si Barraza tuviera “un gemelo” podría ponerse en duda la correspondencia obtenida en los exámenes.

Mañana, en la segunda jornada, declararán los dos psicólogos que trazaron el perfil del violador serial antes de su captura y que luego sometieron a Barraza a distintas pericias.

Insitucional dijo...

Noticia Diario Crítica
Noviembre 2008
La policía afirma que los atacantes son dos: las descripciones de las víctimas no coinciden
Pánico en Recoleta por la ola de violaciones
El miedo se instaló en el barrio. Las chicas temen andar solas por la calle y las madres extreman los recaudos: mandan mensajes de texto a sus hijas y las acompañan hasta el colectivo. Trabaja una brigada especializada.
Los vecinos están alertas. Se pasan la descripción del violador de boca en boca. Se vigilan entre ellos. Las mujeres tratan de no caminar solas por la calle. Los hombres las acompañan a sus trabajos. Las madres van a buscar a sus hijas a las paradas de colectivos y les recomiendan mirar a los cuatro costados antes de entrar en sus casas. Cuando están en la calle, se mandan mensajes de texto entre familiares y amigos. Mientras el pánico crece en Recoleta, la policía cree que en los cinco ataques sufridos por mujeres a plena luz del día, ocurridos entre el domingo 23 y el miércoles 26, fueron cometidos por dos violadores seriales.

La policía investiga si uno de los atacantes es el violador que entre noviembre de 2007 y febrero de 2008 atacó a ocho víctimas bajo la modalidad de “hombre araña” en departamentos de Núñez, Palermo, Belgrano y Recoleta. “Esos casos están sin esclarecer. Estamos investigando si hay un nexo con los que ocurrieron la última semana. Al principio creímos que se trataba de un abusador. Pero ahora sospechamos que se trata de dos violadores porque las descripciones físicas de las víctimas no coinciden. Además, el modus operandi es distinto: en los tres casos del domingo las violaciones ocurrieron en departamentos. Fueron violaciones al voleo. En los dos del miércoles fueron en negocios: el delincuente estaba armado, robó e intentó violar”, dijo una alta fuente de la investigación. En todos los hechos, los delincuentes actuaron a cara descubierta.

En los primeros casos, las víctimas describieron a un joven de pelo corto, morocho y de tez blanca. En los últimos ataques hablaron de un joven de entre 25 y 30 años, robusto, semicalvo y rubio. Estaba vestido de blanco. “Es difícil, porque las chicas estaban en estado de shock y los dictados de rostro son diferentes. Hasta ahora no hay pruebas y con las descripciones que hay existen miles de hombres”, dijo una fuente policial.

Los ataques ocurrieron en un radio de diez cuadras; cuatro en una manzana. El domingo último, después del mediodía, el sátiro violó a una universitaria de 23 años en las escaleras del departamento de su amiga, en Anchorena 1281, a la vuelta de la comisaría 19ª. Una hora antes, dos jóvenes denunciaron que forcejearon con un hombre que intentó violarlas en Mansilla 2789 y Güemes al 3800. A una cuadra de este último lugar, el miércoles, a las 15, una vendedora de 20 años fue atacada por un hombre en el fondo de un local de venta de ropa ubicado en Gallo entre Güemes y Santa Fe. Antes de vaciar la caja registradora, la tiró al piso y la forzó a tener sexo oral. Media hora antes, fue atacada una empleada de un solárium de Charcas entre Agüero y Laprida. “¡Andate, hijo de puta”, le gritó la chica y el violador escapó con el dinero que llegó a robar.

En los casos, comenzó a trabajar la División Delitos contra la Salud de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal, que este año detuvo a varios violadores seriales, entre ellos al llamado “sátiro de la cama solar”, que cometió 50 violaciones en soláriums de Palermo, Recoleta, Belgrano y Olivos. Hay mujeres policías de civil que actúan como “carnada” para atrapar al delincuente sexual.
Lo que pasa en Recoleta pasó en Núñez, donde el violador serial Claudio Álvarez cometió tres violaciones en 2005 y mató a Elsa Escobar. Fue condenado a cadena perpetua. En ese barrio también violaron y mataron a Lucila Yaconis. Muchas violaciones ocurrieron al costado de las vías. Por eso, la policía instaló cámaras. La madre de Lucila, Isabel, contó: “Después de esos hechos aberrantes, las mujeres no quieren caminar solas. La creación de un registro de violadores es un paso al frente. El violador no sólo deja huellas imborrables en sus víctimas, también cambia las costumbres de la gente. Cada vez que viola, instala el pánico”.