lunes, 14 de julio de 2008

En la Provincia hay más de 200 prófugos por delitos sexuales

Argentina - EN EL PRIMER SEMESTRE DE ESTE AÑO, AUMENTARON UN 35 POR CIENTO LAS DENUNCIAS POR VIOLACION EN COMISARIAS BONAERENSES
Sólo desde mayo de 2007 se ordenaron 169 capturas, que aún están vigentes. Además, hay 54 en una lista pública de "buscados". En el Congreso se comienza a debatir mañana un método para registrar a los violadores, el banco genético.
Por: Virginia Messi
La violación es un delito tan brutal e íntimo que la Justicia puede intervenir para investigarlo únicamente si la víctima así lo quiere... y en muchos casos, no quiere. Sin embargo, aún con esta limitación --y pese a que la gran mayoría de los ataques sexuales nunca llega a las estadísticas--, en las comisarías bonaerenses recibieron un promedio de 70 denuncias al mes en el primer semestre de este año. Esto es, un 35% más que en igual período de 2007 (55 denuncias por mes, 330 en total).

La marca del 2008, surgida de un total de 448 denuncias entre enero y junio, también es superior al promedio del primer semestre de 2006 (59 denuncias mensuales, 357 en total). Recién en 2005 hay un registro más alto, de 100 denuncias al mes, según el Ministerio de Seguridad provincial.

Para tratar de sistematizar las órdenes de captura que surgen de estos y otros casos, el 8 de mayo de 2007 se comenzó una nueva base de datos de gente buscada en la Dirección de Informática del Ministerio de Seguridad bonaerense. Desde entonces se recibieron 10.329 pedidos de captura por distintos delitos, de las cuales 169 fueron contra acusados de violación que aún no fueron detenidos.

Una táctica usada en la provincia de Buenos Aires fue dedicarle a los prófugos por causas de "violación" su propio sector en la pagina web del Ministerio de Seguridad (www.sistemas.mseg.gba.gov.ar/profugos/index.aspx). En total hoy hay cargadas allí 54 fichas (50 de civiles, 4 de ex policías). Esta lista de buscados , sumada a las 169 órdenes de captura registradas desde el 8 de mayo de 2007, indica que en la provincia hay al menos 223 violadores prófugos. La página web arrancó hace cuatro años y los datos se chequean semestralmente. Es difícil porque muchas veces los juzgados no saben de qué les estamos hablando cuando los llamamos para actualizar la información , explicó a Clarín Alejandro Inchaurregui, titular de la Dirección General de Registro de Personas Desaparecidas del Ministerio.

Según Inchaurregui, aunque en la página de internet no están todos los violadores con captura, las fichas sirven: hemos tenido casos de gente que los vio y nos pasó información valiosa .

Números aparte, los delitos sexuales son uno de los problemas más difíciles de encarar, prevenir, controlar y perseguir.

Una iniciativa es la de crear un registro de violadores, algo que genera gran polémica. Mañana, los asesores de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación se juntarán para comenzar a discutir si toman alguno de los siete proyectos de ley que hay para crear el Registro Nacional de Condenados por Delitos contra la Identidad Sexual.
La propuesta incluye un banco de ADN de los condenados. Es decir, un lugar donde los violadores (con sentencia firme) queden registrados con sus datos, fichas dactilares y códigos genéticos.

Enlace a nota original

ESTA PROFUGO
Investigan a hombre por violación de su hijo, que se infectó de VIH y sífilis.
La Justicia de la ciudad misionera de Posadas investiga el supuesto abuso sexual de un pequeño de apenas un año y medio de vida, que contrajo sida y sífilis, en un caso en el que su padre biológico es el principal sospechoso.

El padre del menor se encuentra prófugo y posee una condena cumplida por violación.
El caso salió a la luz luego de que una mujer halló abandonado al pequeño y decidió llevarlo a la Policía local, donde luego del examen médico de rutina, se determinaron los abusos y la presencia de las dos enfermedades.
Ahora, con la confirmación del sida y la sífilis, los facultativos tienen como objetivo establecer si el hecho de haber contraído el virus de HIV fue producto de los abusos o si es congénito.
Confirmado el caso, se conocieron aberrantes hechos que sucedieron en la casa donde vivía el bebé junto a otras ocho personas, de distintas familias y edades.
En enero de este año, una niña de 5 años también fue abusada sexualmente en la misma casa y ella apuntó a un chico de 13 años, que sería hermanastro del niño.
El adolescente quedó demorado por el abuso de su hermanastro, aunque para la Justicia es inimputable y quedaría en libertad en las próximas horas.

El pasado lunes, cerca de las 20:50, la mujer llegó a la seccional 8va para denunciar que había quedado al cuidado del bebé, pero que la madre de éste hacía dos días que no regresaba.

La progenitora fue identificada como una chica de 18 años, que ejercería la prostitución y, según se informó, el viernes 4 de julio partió con rumbo desconocido y nunca regresó.

Desde la pesquisa sospechan que la mujer que quedó a cuidado del pequeño llevó a la Policía al bebé porque sabía que estaba sufriendo los abusos.
Según informó el portal del diario Territorio Digital, los investigadores pudieron determinar que por las noches, cuando la madre salía a trabajar, dejaba al pequeño al cuidado de su padre.

En la casa del barrio San José Obrero, el hombre se juntaba por las noches con sus conocidos, a beber alcohol e inclusive a abusar de drogas, contexto en el que habrían ocurrido los abusos, según se señaló.
El informe médico detalló que las lesiones estaban "en la zona genital en posición genupectoral-tono, disminuido dilatación anal, lesiones peri-anales múltiples de aproximadamente siete centímetros".

Luego, mediante otro estudio comprobaron que el niño estaba infectado con VHI y que padecía sífilis.
Fuentes policiales revelaron al mencionado diario local que el sospechoso había cumplido condena en el penal de Loreto por abusar sexualmente de una niña de 7 años y no haría mucho tiempo que recuperó la libertad.

Además, se conoció que el hombre de 43 años era conocido por tener un frondoso prontuario, aunque actualmente no se conoce su paradero, pero se especula que estaría en la localidad de San Vicente.
El caso quedó en manos del juzgado de Instrucción 1 de Posadas, a cargo de Horacio Gallardo, quien libró una orden de detención inmediata para el sujeto.

4 comentarios:

Insitucional dijo...

Hay una violación cada dos horas y media
Así lo revela un informe de la Dirección Nacional de Política Criminal. La cifra real sería superior debido a que sólo un tercio de los ataques sexuales son denunciados. Nueve de cada diez casos quedan impunes.
En lo que va del año, las denuncias por violación que ingresaron en las distintas fiscalías del país tuvieron un promedio de un ataque sexual cada 150 minutos.

Los datos son el resultado de un trabajo estadístico elaborado por la Dirección Nacional de Política Criminal, organismo dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación .

El estudio, que hizo foco sobre causas judiciales bajo la carátula "violaciones", revela que en los primeros cuatro meses de 2008, las fiscalías del país recibieron más de 250 casos mensuales.

La estadística se completa con otros datos alarmantes. Por ejemplo, que sólo un tercio de los casos son denunciados, por lo que la cifra real de ataques sexuales sería considerablemente superior. Además, apenas un 10 por ciento de las causas terminan con los agresores detenidos y en el 50 por ciento de los abusos, las víctimas son menores de edad.

Registro de violadores. Hace un tiempo fue presentado en la Cámara de Diputados, el proyecto de un registro de condenados por delitos contra la integridad sexual. Con él, se busca la creación de un banco de ADN de violadores para que sea más estricta su investigación, detención y aplicación de Justicia.

Sus impulsores aseguran que sería una herramienta fundamental en los casos de violación, o violación seguida de muerte, en los que no se puede dar con el sospechoso.

Insitucional dijo...

En lo que va de 2008 se denunciaron 448 casos, y están prófugos 223 presuntos violadores
Alarma en Provincia por la suba en denuncias de violaciones sexuales
(168 Horas - Minutouno.com – lunes 14 de julio de 2008) Las cifras en aumento que manejan las autoridades de la provincia de Buenos Aires en relación a las violaciones sexuales encendieron las alarmas entre las autoridades nacionales y provinciales para buscar políticas que logren combatirlas eficazmente.

En lo que va del año, la policía bonaerense recibió un promedio de 70 denuncias al mes, un 35 por ciento más que en el primer semestre de 2007, cuando se registraron 55 por mes, un total de 330 denuncias.

Durante 2008, en cambio, fueron 448 las denuncias efectuadas por las víctimas. Previendo una posible escalada en las cifras, dada en los hechos, el Ministerio de Seguridad provincial implementó a principio de 2007 un registro de datos de presuntos violadores prófugos.

La página web del Ministerio creada a tal efecto posee la ficha de 50 civiles y cuatro policías buscados por la Justicia, a las que se le suman las 169 órdenes de captura dictadas por la Justicia indican que hay, por lo menos, 223 violadores prófugos.

En tanto que hoy, según publica el diario Clarín, la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación comenzará a discutir los siete proyectos de ley que buscan contrarrestar este delito.

Con matices, todos buscan crear el Registro Nacional de Condenados por Delitos contra la Identidad Sexual. En rigor, esto significa confeccionar un banco de ADN de los condenados, con sus datos particulares y huellas dactilares, que haga la tarea de la Justicia más efectiva.

Insitucional dijo...

Bilbao,Vizcaya
El violador múltiple de Retuerto sale de la cárcel tras cumplir 17 de los 38 años de pena
El caso de Emilio Piquer ha vuelto a reabrir el debate sobre la reinserción de los delincuentes sexuales.

Idoia Alonso

Bilbao. El violador múltiple de Barakaldo está en la calle. Emilio Piquer Pérez salió el pasado día 14 de prisión después de cumplir 17 de los 38 años de condena por la violación y secuestro de dos jóvenes en la década de los noventa. Su caso sirvió para modificar el Código Penal e introducir la persecución de oficio cuando las víctimas retiraban la denuncia. Otras tres mujeres se echaron atrás después de haber sido supuestamente agredidas por este individuo. Su testimonio como testigos de la acusación fue decisivo para lograr su condena. Las supuestas amenazas contra estas tres jóvenes redujeron de cinco a dos la lista de violaciones.

El caso del violador de Retuerto vuelve a reabrir el debate sobre la reinserción de los delincuentes sexuales. La Audiencia Provincial de Araba ha denegado el recurso interpuesto por la asociación Clara Campoamor contra la excarcelación de este antiguo vigilante de un banco de Retuerto que secuestraba a punta de navaja a las mujeres que entraban en el cajero para después agredirlas sexualmente en un lugar apartado.

La sentencia del proceso, a la que ha tenido acceso DEIA, relata con toda crudeza unos hechos que conmocionaron a la sociedad vizcaina. En ella quedó probado que Emilio, consumidor ocasional de alcohol y cocaína, gozaba de plenas facultades cuando perpetró las dos violaciones. Su única arma de defensa fue el supuesto consentimiento y aquiescencia de las víctimas con el acto, aunque las pruebas evidenciaron la debilidad de esta argumentación.

Los hechos se remontan al año 1992 cuando Emilio, natural de Abanto y que contaba por entonces con 30 años, trabajaba como guarda jurado en una caja de ahorros del barrio baracaldés de Retuerto. En el plazo de dos meses, entre agosto y septiembre, Emilio violó a las dos mujeres que llevaron adelante sus denuncias aunque el modus operandi fue distinto. Fuentes consultadas por DEIA señalan que la forma de actuar en la segunda de las violaciones se corresponde al patrón que habría empleado en el caso de las otras tres mujeres supuestamente agredidas.

El auto judicial relata cómo Emilio agarró violentamente por el cuello a su segunda víctima cuando llegó a Retuerto de madrugada. La obligó a entrar en su coche para llevarla a Artxanda donde consumó la violación. Ni las lágrimas e intentos de la víctima por repeler el ataque hicieron desistir a su agresor. De regreso a Barakaldo, Emilio amenazó a la víctima con matarla si memorizaba la matrícula de su coche o denunciaba lo sucedido. Haciendo gala de gran sangre fría, Emilio espetó a la joven que ni se le ocurriera decírselo a la Policía porque "por esa zona había numerosos barrancos".

Como consecuencia, la víctima sufrió distintas lesiones físicas aunque las secuelas psicológicas fueron peores. Al parecer, y según afirmaron ayer las mismas fuentes, la "prepotencia de este señor era deleznable" y aseguran que "no ha manifestado ningún tipo de arrepentimiento, ni ha pedido perdón ya que mantiene la versión de que ellas consintieron mantener relaciones sexuales con él".

En la primera de las violaciones denunciadas, la fórmula empleada fue distinta. En este caso el violador de Retuerto abordó a su víctima de 22 años en las fiestas de Gorliz cuando hacía autoestop. Ambos acordaron ir a Gasteiz que en esos momentos celebraba las fiestas de La Blanca. Al entrar a la capital alavesa, Emilio desvió el coche hasta el Polígono de Lakua. Detuvo el vehículo en "un lugar sin alumbrado público y alejado de cualquier edificación", reza la sentencia. En esos momentos conminó a su acompañante a realizar el acto sexual. Ante la negativa de ella Emilio forzó a la víctima presionando su cuello con "algo" mientras le decía "que te rajo".

Redención de pena Diecisiete años después, Emilio vuelve a gozar de libertad tras beneficiarse de la redención de pena recogida en el antiguo Código Penal ya que los hechos fueron juzgados en 1994. En 1995 se modificó la ley y se suprimió la redención en casos de agresiones sexuales y abusos sexuales contemplados en el texto de 1973. Por tanto, si el juicio se hubiera producido un año después el violador de Retuerto aun estaría entre rejas. Fuentes de Instituciones Penitenciarias señalaron ayer que "nos guste o no la ley es la ley y tenemos que cumplirla".

Aunque la Constitución recoge el principio de reinserción de los condenados, el índice de reincidencia de los agresores sexuales asciende al 15%. Desde hace varios años, el sistema penitenciario estatal ofrece tratamiento psicológico a los violadores que desean poner fin a su conducta. Distintos estudios garantizan el éxito de estos programas. Se ha comprobado que la reincidencia se reduce al 5% tras la terapia. Desde Instituciones Penitenciarias manifestaron ayer que estos tratamientos son "voluntarios", por lo que no se puede obligar a los condenados a participar en ellos. Tampoco comportan ningún beneficio carcelario. "Este tipo de terapias requieren de la colaboración del condenado ya que deben asumir sus actos", comentaron ayer. Explicaron que "los violadores y agresores sexuales suelen tener tendencia a exculparse y culpar a la víctima diciendo es que me provocaba, es que ella quería". La clave del éxito de este tipo de terapias radica en que el violador debe de ser consciente "del grave daño que ha infligido a su víctima porque es la única manera de que no lo vuelvan a hacer", explican la mismas fuentes. Aun así advierten de que el porcentaje de efectividad "no es del cien por cien".

Al cierre de esta edición, Instituciones Penitenciarias desconocía si este hombre, que hoy tiene 47 años, se ha sometido durante su internamiento a alguna terapia psicológica. En cualquier caso, se limitaron a recordar que el tiempo de reclusión del violador de Retuerto se corresponde con lo establecido en el Código Penal de 1973. "Seguro que hoy se nos echan encima muchas asociaciones de mujeres y mañana pueden ser los de AVT u otras. Pero la ley es la ley y nosotros nos limitamos a cumplirla".

Insitucional dijo...

Sáquennos las manos de encima
Por Eva Giberti

Hace años nos mandaban por carta “cadenas” encomendándonos a santos y a figuras sagradas con una advertencia: “Envíe esta cadena a diez amigos y no la corte porque Fulana que la interrumpió tuvo un grave accidente el mismo día que tiró la carta”. Ahora aparecen mediante los correos electrónicos. Por ejemplo, contamos con una que incorpora el logotipo de la Policía Federal Argentina destinada a “prevenir la violación de mujeres” y que finaliza con un pedido: “Envíe este material a las mujeres que conozca y también a los hombres, que a su vez pueden reenviarlo a sus amigas, esposas, hijas, novias, en fin... Son cosas simples, pero pueden evitar traumas y hasta salvar una vida”.

Este admonitorio final está precedido por una pretendida estadística: se habría entrevistado a 750 violadores para descubrir cómo eligen una víctima potencial. Así nos enteramos de que los violadores antes de elegir a su víctima analizan su peinado: “Es más probable que ellos ataquen una mujer con un peinado tipo cola de caballo, trenzado o cualquier otro peinado que sea posible tironear más fácilmente. También que ataquen mujeres con cabellos largos. Las mujeres con cabellos cortos no son blancos comunes”. Afirmación que torna recomendable el corte de cabello casi al ras del cuero cabelludo.

Los violadores también observan si la mujer lleva ropa “fácil de arrancar rápidamente”, lo cual garantiza el éxito de los jeans apretados (contra todo consejo ginecológico que advierte en contra). Los horarios del día que preferirían los violadores: “Entre las 5 y las 8.30, y después de las 22.30”. Es decir, que durante el resto del día no existirían riesgos ciertos.

Un capítulo aparte está destinado a los paraguas: “No atacan mujeres que cargan paraguas u objetos que puedan ser usados como arma a una cierta distancia”; las más expuestas son las que empuñan celular y están distraídas.

El documento que circula por Internet, y que algunas organizaciones difunden, tiende a crear la ilusión de claves para “no ser violadas”, para “quedarse tranquilas” siempre y cuando se corten el cabello, enarbolen un paraguas cuando andan por la calle, utilicen ropa “difícil” de arrancar (y obviamente que no sea provocativa), salgan de sus casas después de las 9 y regresen antes de las 22.30 y jamás utilicen sus celulares fuera del hogar (recordemos que las estadísticas evidencian que el 60 por ciento de las violaciones está a cargo de conocidos y familiares). Y siempre deben obedecer sus instintos (los de ella): “Esté siempre atenta a lo que pasa detrás suyo. Si percibe algún comportamiento extraño, siga sus instintos. Es preferible quedar medio desubicada en el momento, pero tenga la certeza de que quedaría mucho peor si el sujeto realmente atacase”. No se le vaya a ocurrir que, de acuerdo con las actuales propuestas de Naciones Unidas, las mujeres debemos exigir ciudades seguras. En cambio se trata de cuidar personalmente la propia retaguardia y revolear un carterazo hacia atrás, por las dudas. Interesa la valoración de nuestros instintos que nos conducirán a llevar el cabello como más nos guste, vestirnos como queremos, pasear por las calles de nuestras ciudades a cualquier hora y hablar –celular mediante– cuando transitamos avenidas y empedrados. O sea, hacer lo que mejor nos parezca.

Como tengo a mi cargo un Programa –que depende del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos– que se ocupa de la atención inmediata de mujeres víctimas de violación, harta de leer estas recomendaciones que enmascaran descalificaciones y agresiones contra el género, decidí preguntarle al jefe de la Policía Federal si este decálogo provenía de esa institución. La desmentida, por escrito, fue rotunda. Esa página que ostenta el sello oficial de la institución no fue creada oficialmente por ella. Esa aclaración ya figuraba en Internet.

¿Por qué logra semejante éxito de distribución un texto que es denigratorio de la inteligencia de las mujeres? ¿Existirá una estadística realizada a 750 violadores seriales o principiantes con preguntas del tipo: “Usted, ¿cómo elige a su víctima?”. O bien, aplicando la técnica de la pregunta indirecta, seleccionando entre sus respuestas las que serían sus preferencias. En nuestro país, ¿contamos con múltiples equipos de profesionales destinados a analizar las características de los violadores? De lo que estamos seguros es de que de acuerdo con sus derechos se los deja en libertad después de haber cumplido con un tiempo de condena, y posteriormente los reencontramos como reincidentes. Pero ése es otro tema. También es otro tema la desconfianza que la víctima despierta en algunos ámbitos judiciales, suponiendo que no existió violación sino consentimiento; existe cierta conexión entre el documento que analizo y, desde otra perspectiva –semejante–, suponer que la víctima pudo evitar la consumación del delito (como se lo “enseñan” las recomendaciones mencionadas).

La estrategia encubierta del documento –y que abunda en otras consideraciones– apunta a recordarles a las mujeres que somos violables. A enfatizar la figura temible del violador como algo inevitable, poderoso, inextinguible a través de los tiempos y además recordarlo reiteradamente, en la pantalla de la computadora, para que no nos olvidemos que nuestros cuerpos son sustancias deseables para ejercitar el abuso de poder que sostiene el placer del violador. Al que tampoco le importará nuestra vida, como claramente lo dice la advertencia final que se dirige a los “hombres buenos” para que les enseñen a las mujeres cómo cuidarse.

Se trata de infundir miedo y no de advertir que efectivamente los violadores andan sueltos y que cada uno aplica su propia modalidad, de manera que aconsejar defenderse –como exitosamente pueden contar algunas mujeres– tiene su contrapartida en los violadores armados dispuestos a otra clase de ataque.

Por el contrario, existe buen cuidado de no difundir que es necesario identificar a los violadores y detenerlos, para lo cual contamos exclusivamente con el testimonio de las víctimas.

“¡Ah, sí! ¡Pero cuando una mujer violada concurre a la comisaría, le hacen preguntas que una no está en condiciones ni en ánimo de contestar!” Así sucedía y quizás ocurre en alguna región. No sucede de ese modo en la Ciudad de Buenos Aires, donde la Policía Federal, ante una mujer violada que recurre a la comisaría más cercana del hecho, tiene la obligación de llamar al Equipo Especializado que atiende Violencias contra la Integridad Sexual. Llegamos a la seccional velozmente para que esa víctima sólo deba dialogar con la psicóloga y la trabajadora social que se hacen presentes. Y hablan con ella el tiempo necesario antes de trasladarla al hospital donde se la asistirá, ya que se trata de impedir la infección del VIH y un posible embarazo.

A partir de allí se la acompaña y se espera que durante las primeras horas esa mujer se recupere y pueda: 1) mantener la denuncia; 2) identificar al violador, ya sea en las pantallas donde figuran registrados los conocidos o mediante un identikit.

No será eficaz continuar reclamando la detención de los violadores si las víctimas no asumen estos dos momentos, si no se las asesora para que puedan reconocer que son parte de un problema mundial, social y de género, en el cual han quedado comprometidas por solidaridad con otras mujeres y que puedan colaborar en el esclarecimiento a cargo del equipo formado por otras mujeres. Las víctimas de violación, como ha sido comprobado, pueden ser personas activas y luchadoras solidarias cuando se las acompaña en el reclamo ante el Estado que tiene la obligación de detener a los violadores. Una vez detenidos, discutiremos otros temas.

Las víctimas que, sobrepasadas por el asco y el sufrimiento, recurren a su domicilio para bañarse, anulan definitivamente la posibilidad de localizar al delincuente, porque borran la huella seminal que contiene el ADN orientador para localizar al sujeto. Pero no es esta advertencia la que circula por Internet sino la recomendación –de corte fetichista– que apunta al largo de sus cabellos y al emblema fálico del paraguas en ristre.

Entre las “protecciones” de ese documento no figura, por ejemplo, algo que la experiencia demuestra fundamental: no subir sola a un ascensor con un desconocido y no abrir la puerta de calle del consorcio a un sujeto que “casualmente llega en ese momento”. Tampoco se habla de decidirse a denunciar al familiar o al amigo de la familia que la acorraló aprovechando la confianza o convivencia; en estas violaciones, el delincuente ha tenido tiempo para estudiar sus costumbres y cuenta con “la ventaja” de la que supone discreción de la víctima “para no crear un problema familiar”. Sabe también que ella no gritará “¡Fuego!” como recomiendan los protectores que escribieron ese documento.

La difusión de textos como el que menciono –que además utilizan el logo de la Policía Federal– tiende a confundir a la comunidad y a promover una imagen de desvalimiento de las mujeres, impregnada por la creencia en la estupidez del género, que se supone repetirá esas afirmaciones sin verificarlas.

Sugiero atención permanente frente a quienes pretenden cuidarnos. Recordemos la antigua consigna: “Sáquennos las manos de encima si quieren acompañarnos”.