domingo, 27 de julio de 2008

La violencia sexual... el abuso sexual... Hoy más cerca de lo soportable???

Por quienes no tienen voz..., por las víctimas de perpetradores sexuales.

Hace días que de diferentes modos y por distintas vías de comunicación sabemos del caso "Jorge Corsi, presunto perpetrador sexual", escribo hoy aquí porque quiero mencionar dos cuestiones en las que creo deberíamos detenernos, una es la "respuesta" otorgada por diferentes "profesionales" a los medios de comunicación y los comentarios expresados en varios intercambios, de parte de profesionales de la salud mental, que despues de dar cuenta de su asombro, esperable siempre en el entorno familiar, social y académico de los perpetradores (y en este sentido deberíamos recordar que han sido ya detectados muchos varones abusadores, que han cometido diferentes delitos contra la integridad sexual y ejercían una profesión ligada a la salud); decía entonces que pude escuchar expresiones tales como: "ahora caerá sobre nosotros la duda...", "esto salpica la profesión...", "veremos cómo hacemos ahora para legitimar nuestras intervenciones...", y la otra cuestión es que muy pocos fueron quienes hablaron y pusieron por sobre sus propios interes o preocupaciones profesionales a las víctimas de este y otros tantos "profesionales" que utilizando su sapiencia y su reconocimiento en el ámbito de la salud han vulnerado a niñas/os y adolescentes, sosteniéndose en la confianza familiar o social depositada en ellos.
En relación a estas dos cuestiones me pregunto: ¿Qué le pasa a algunas personas del mundo profesional-académico que se sienten tan heridas?, qué les pasa que ponen por delante su dolor, su decepción, su herida...?, qué pasa que no se hacen pregunta respecto a niñas/os y adolescentes que ante la noticia pública, ligada al caso o no, aún no han hablado?, qué les pasa que nadie pregunta o sugiere respecto a las necesidades de estas víctimas en proceso judicial?...


Corsi podría declarar la semana próxima

El reconocido psicólogo acusado de integrar una banda de pedófilos pedirá su indagatoria a la jueza Fontbona de Pomba

lanacion.com | Información general | S?do 26 de julio de 2008


Viernes 08 de Agosto de 2008 - La Justicia procesó con prisión preventiva al psicólogo Jorge CorsiEstá acusado de comandar una red pedófila que abusaba de menores y subía filmaciones a Internet. El sospechoso seguirá detenido en el Penal de Marcos Paz, confirmó su abogado

La jueza María Fontbona de Pompo procesó hoy con prisión preventiva al psicólogo Jorge Corsi, según confirmó su abogado defensor, Roberto Casco, en contacto con la prensa.

“Fuimos notificados del auto de procesamiento que, a prima faccie, lo considera coautor penalmente responsable del delito de estupro con acceso carnal, mediante engaño”, indicó el letrado, quien explicó que el resto de los imputados fueron procesados por argumentos similares.

De este modo, el profesor acusado de liderar una red de pedófilos continuará detenido en el Penal de Marcos Paz, al menos hasta que la Justicia resuelva la apelación que presentará en los próximos días su equipo de abogados.

Según explicaron fuentes allegadas al expediente, el testimonio de dos hermanos de 13 y 15 años fue clave para determinar la suerte procesal del principal acusado, quien en el día de ayer negó todos los cargos ante la Justicia y se declaró inocente.

De qué se lo acusa
Corsi está acusado de asociación ilícita, corupción de menores y abuso sexual, penas que van de los 8 a los 25 años de cárcel, y en su contra existe el testimonio de un menor que, en declaraciones efectuadas en Cámara Gesell, lo acusa de haberlo violado en fiestas sexuales de las que participaban otros adultos.

En su denuncia, el menor cita el domicilio de Corsi como uno de los lugares donde ocurrían los encuentros sexuales.

La causa se inició en marzo del año pasado, cuando el niño contó esta situación a su padre y, luego de internarse en un instituto psiquiátrico, el fiscal Niklison -a partir de sus declaraciones- comenzó a reunir otros indicios de prueba como escuchas telefónicas y entrecruzamiento de llamadas.

También se efectuaron allanamientos en los que se secuestraron computadoras, DVD y otros elementos de prueba tanto en el departamento de Corsi, como en otros domicilios.

Cómo funcionaba la banda
De acuerdo con la investigación del fiscal, hay indicios para suponer la existencia de una banda de pedófilos formada por reclutadores que captaban menores en los cíber, encuentros deportivos y locales comerciales.

A través de mecanismos de seducción que incluían regalos, los inducían a mantener relaciones sexuales con adultos y luego los filmaban y vendían los videos a dueños de páginas de internet que difunden pornografía infantil.

3 comentarios:

Insitucional dijo...
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Insitucional dijo...

Caso Corsi:
Un caso que conmociona
Por Marta del Carmen Podestá, Ofelia Laura Rovea


El caso del prestigioso psicólogo Jorge Corsi, acusado y detenido porque habría participado de una red de pedofilia y abuso sexual de menores, renombrado profesional y referente en esta temática a nivel nacional e internacional, eximio profesor, y director de la Carrera de Post Grado de Especialización en Violencia Familiar de la Universidad de Buenos Aires (actualmente separado de sus cargos), nos ha provocado controvertidas emociones, que nos llevan a reflexionar acerca de diferentes aspectos que hacen al fenómeno del Abuso Sexual Infantil.

Personalmente conocimos al Lic. Jorge Corsi como alumnas en la carrera de Violencia Familiar, aún cuando muchos años antes, fuera nuestro primer referente en el tema, a través de la consulta de sus artículos, escritos, conferencias y su rica producción literaria sobre los diferentes aspectos en que se presenta la violencia doméstica.

Por nuestro rol profesional como Trabajadoras Sociales y desde nuestra función como Peritos Oficiales, abordamos cotidianamente situaciones en las que el abuso sexual atraviesa las historias familiares con mucho más frecuencia de lo que el común de la gente se imagina.

Abordar este tipo de delitos, que por sus características tan específicas, se diferencian sustancialmente de otros que el derecho penal atiende, nos ha llevado a formarnos, investigar y escribir acerca de este tema.

Este caso nos lleva a reflexionar en dos ejes temáticos que están presentes en todas las situaciones de abuso sexual infantil: la importancia que se le debe dar al relato de las víctimas y la doble fachada con la que suelen presentarse los perpetradores.

Dice la Dra. Irene Intebi acerca del relato de las víctimas, que "uno de los indicadores más específicos de Abuso Sexual Infantil es la descripción que aporta la misma víctima acerca de lo que sucedió. Lamentablemente pocas veces se le presta adecuada atención a los dichos de un niño...". Sumado esto, a que en muchos casos el abuso sexual no deja huellas físicas (que son un indicador específico), resulta el relato de las víctimas y la reacción emocional congruente con lo relatado, las pruebas más contundentes que bajo ningún caso tendrían que ser desestimadas en nombre de un supuesto sentido común.

Bajo este paraguas del "sentido común" resulta más difícil creerles a las víctimas, cuando la persona acusada, goza de "prestigio moral y /o social".

El mito de creer que los abusadores son "depravados, adictos, delincuentes, ignorantes, pobres, etc", no permiten visualizar a éstos, como personas que conviven cotidianamente con una doble fachada, que los muestra por un lado como buenos vecinos, trabajadores, reconocidos profesionales, prestigiosos empresarios, respetables profesores, etc. y en la faceta íntima y oculta desarrollan sus conductas más perversas.

Su perfil y comportamientos, han sido minuciosamente descriptos por el Lic. Corsi, quien conoce certeramente del tema.

La noticia de que el Lic. Corsi, bajo el apodo "Geo de Palermo", que según notas periodísticas habría utilizado en la banda de los "boylovers", se nos presenta - en caso que la Justicia lo encuentre culpable- en esta patética doble fachada: el "prestigioso profesional", de quien aprendimos a entender este fenómeno desde lo teórico, quien ahora estaría convertido en otra persona y sobre cuya actuación la Justicia continúa indagando.

Como reflexión final, nos queda el aprendizaje, que esta investigación pudo llevarse adelante, al haber priorizado los dos preceptos básicos necesarios para el abordaje de estos casos: creerle a la víctima y despojarse del prejuicio del prestigio del acusado.

Marta del Carmen Podestá

Podestamarta@yahoo.com.ar

Ofelia Laura Rovea

Ofeliarovea@hotmail.com

Autoras del libro "ABUSO SEXUAL INFANTIL INTRAFAMILIAR un abordaje desde el Trabajo Social" . Editorial Espacio

Insitucional dijo...

NICARAGUA
La hijastra del presidente Ortega le acusa de abusos sexuales durante 20 años.
El proceso comenzó en Nicaragua en 1998, donde una juez sandinista lo sobreseyó por haber "prescrito". Recurrió ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que ha admitido el caso contra el Estado de Nicaragua por "denegación de justicia".
COLPISA. Managua
"Afirmo que, fui acosada y abusada sexualmente por Daniel Ortega Saavedra desde la edad de los 11 años, manteniéndose estas acciones por casi 20 años de mi vida", así comienza la causa de Zoilamérica Narváez contra su padre adoptivo y actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.

El proceso comenzó en Nicaragua en 1998, donde una juez sandinista lo sobreseyó por haber "prescrito" pero Narváez recurrió ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) -con sede en Costa Rica- que ha admitido el caso contra el Estado de Nicaragua por "denegación de justicia".

Los fundamentos se recogen en el testimonio, sobrecogedor y crudo, desgranado aquel año a través de casi 50 páginas. Más difícil será presentar pruebas, aunque la hijastra de Ortega asegura que hubo personas que presenciaron los abusos.

"Afirmo que mantuve silencio durante todo este tiempo, producto de arraigados temores y confusiones derivadas de diversos tipos de agresiones que me tornaron muy vulnerable y dependiente de mi agresor", escribió quien fuera activa militante sandinista.

Graduada con 28 años en Sociología, hoy se dedica en cuerpo y alma a su ONG de atención a víctimas de abusos sexuales, supervivientes de la herencia de la cultura patriarcal que hace que muchas mujeres, niñas, niños y adolescentes -no solo de Nicaragua- sufran en carne propia episodios de violencia tan brutales como los vividos por Zoilamérica.

Para la mujer de 41 años, dos matrimonios a sus espaldas y tres hijos, "el poder se aprovechó de la ingenuidad propia de mi niñez y adolescencia y estrenó en mí todos los instrumentos posibles de dominación: físicos, psicológicos, políticos, familiares y militares".

Relata las frases soeces y "juegos malintencionados, en los que me manoseaba y obligaba a tocar su cuerpo". Cuando comenzó a menstruar le decía "vos ya estás lista".

Zoilamérica asegura que con apenas 11 años, "Enrique" -así le llamaban en la clandestinidad- la asaltaba por los rincones oscuros para toquetearla y la espiaba mientras se bañaba por encima de la cortina del baño y se masturbaba. "Fue horrible ver, a la edad de entonces, la imagen de un hombre de pie sostenido de una pared y sacudiendo su sexo como perdido e inconsciente de sí mismo", continúa su relato.

Por las noches el "comandante" de 34 años se escurría en la habitación que compartía con su hermano, le quitaba la manta y tras manosearla concluía su acto de placer solitario. "Ya verás que con el tiempo esto te va a gustar", le decía.

La niña se lamentaba de que su madre, Rosario Murillo, lo prefiriera. Ortega le daba miedo y fue incapaz de decirle a ella lo que sufría "no sabía si me creería".

Dice que su tía Violeta le "recordó" que una vez vio Ortega "manosearme y tocar mis partes genitales. Hasta hace poco recordé que también ponía su pene en mi boca". La tía lo comentó con Murillo pero "recibió como respuesta amenazas y presiones para que guardara silencio". Se puso al lado de compañero en la vida y en la causa revolucionaria

En aquella época comenzaron "pesadillas con imágenes difusas y sensaciones extrañas de miedo". Cuando tenía 13 años en 1980, Ortega le mostraba películas pornográficas y revistas como Play Boy. También "un vibrador que intentó usar, pero no le funcionó".

Conforme pasaron los años y los abusos se convirtieron en violaciones dieron paso a episodios de angustia, falta de aire, sonambulismo, problemas de salud, como nauseas, vómitos sin explicaciones físicas aparentes.

Zoilamérica colocó cerraduras qué Ortega rompía con destornilladores o cuchillos. Levantó obstáculos como sillas y muebles que tampoco lo contenían. Años después la perseguía con llamadas telefónicas.

De los 15 a los 18 años la violación fue continuada. "Daniel Ortega me violó en el año 1982 ( ) Fue en mi cuarto, tirada sobre la alfombra ( ) con agresividad y bruscos movimientos me dañó, sentí mucho dolor y un frío intenso. ( ) eyaculó sobre mi cuerpo para no correr riesgos de embarazo y así continuó haciéndolo durante repetidas veces".

La vergüenza y el miedo la hacían callar y mantener el secreto.

Ortega le decía que ella "con la consumación del acto sexual, contribuía a su estabilidad emocional ante la supuesta frialdad de mi mamá". Así siguió hasta los 30: "Llegué a creer que mi sacrificio realmente aportaba a la Revolución".

Para colmo de males, la atendía y se preocupaba por ella más que su madre, por lo que "me hizo ser muy dependiente de él, a pesar de mi dolor y rechazo". Al mismo tiempo, aumentaban las aberraciones obligándola a realizar el acto sexual frente a terceros y sugiriendo escenas de lesbianismo.

Asegura que Ortega le chantajeaba diciendo que su madre "sabía todo lo que pasaba" y que "jamás la perdonaría".

Ortega ha callado siempre, aunque el escándalo le costó perder su tercer intento de llegar a la presidencia. ¿Será porque el que calla otorga? Sin embargo, no todos se compadecieron de la mujer o la consideran valiente. Hay quien opina que está enferma, loca, otros que consintió el trato carnal, e incluso apuntan a intereses económicos.

Mientras, Zoilamérica Narváez hace oídos sordos a las críticas.

Su conclusión se mantiene invariable: "Mientras Daniel Ortega me usó como basura, mi madre me trató como desecho".